Las despiadadas medidas tarifarias contra los clubes, el abandono de toda política deportiva en el campo educativo, los giros enloquecidos y represivos frente al poder de las barras, el papelón del River-Boca, los negociados y las investigaciones judiciales contra Mac Allister denunciadas por La Nación y ahora la eliminación de la secretaría de Deportes para crear una Agencia de Deportes Nacional, forman parte de gran parte de los dislates que arruinaron mucho más nuestro deporte en tres años de gestión macrista.

La última semana de enero se conoció el decreto 92/2019, mal llamado de necesidad y urgencia, por el cual el gobierno nacional pretende el fin de la ley 20.655. El amigo del presidente, el empresario Diógenes Urquiza, sería el jefe de la Agencia si el Congreso Nacional convalida el truculento decreto.

Sin atender la voz de los/las deportistas y mucho menos la de legisladores, se pretende poner en pie una Agencia que esconde muchas cosas turbias bajo el poncho. Una advertencia a primera vista es el artículo 15 del decreto que contempla, como forma de recaudación, la venta de bienes muebles y servicios, o la “explotación de servicios arancelados” curiosa forma que eligieron para disfrazar las privatizaciones del deporte.

El hundimiento económico social que nos aflige desde 2015 cubrió hasta el cuello las áreas deportivas y ante ello, el desconocimiento primero, y el silencio después, fueron las maneras elegidas por el grueso del periodismo deportivo en general que, al parecer, vive en la estúpida comodidad de pensar al Deporte sólo como una pelota de fútbol…profesional.

Mientras ello ocurre, en el rincón de las almas generosas y perdidas, los pocos espadachines periodísticos que dan pelea hacen lo que pueden, en la dignidad de los nuevos tiempos que esperamos para este 2019: el último viernes en el suplemento Las 12 de Página 12, se pudo leer completa (la mayoría de medios las ignoró) la desesperada carta de cinco ajedrecistas mujeres, integrantes del Equipo Olímpico Argentino de Ajedrez, que denuncian falta de pago de viáticos, trato discriminatorio, exclusión de sponsors, y que también mereció algo de espacio en Clarín gracias al periodista Hernán Sartori. Dijeron ellas, entre otras revelaciones: “… FADA (Federación Argentina de Ajedrez) organizó un almuerzo con los integrantes del Equipo Olímpico Argentino Absoluto. Las chicas no fuimos invitadas para recibir la indumentaria que la secretaría de Deportes de la Nación entregó a deportistas becados/as ni para repasar anécdotas de las Olimpiadas, ni conversas sobre futuros proyectos para el ajedrez argentino, ni mucho menos para agasajarnos. Estamos cansadas del desprecio…”

Todo un símbolo de nuestras realidades. La deportiva, la periodística y la de vida…