Por Pablo Llonto. La victoria frente a Chile dejó abiertas dos esperanzas. Una, futbolística. Que las endiabladas ganas de los futbolistas argentinos, se manejen por los campos del buen juego. Respetar nuestro estilo (lo tenemos, mal que les pese a los resultadistas) continúa en la sangre de nuestros jugadores y en el debut se vio. Ya saben que desde aquí, ganen o pierdan, es lo único que nos interesa.

Otra, periodística. Que no empiecen ahora con los elogios desmedidos a un equipo que es la base de los últimos años y que, con Messi o sin Messi, demostró siempre que hay formas y formas de obtener triunfos. Y como siempre, los entrenadores son lo de menos. Lo dijimos en las épocas de Maradona, Sabella o Martino.

Mientras tanto, la cobertura de los enviados especiales no supera la mediocridad general.

Se encuentran en la Copa América de los sobornos y el despilfarro de lujos y dinero. Esperamos que algún día de junio se den cuenta, despierten y abunden los informes y las investigaciones sobre un torneo tan manchado y sucio que de hecho los tres últimos presidentes de Conmebol, Eugenio Figueredo, Nicolás Leoz (preso domiciliario) y Juan Ángel Napout, están acusados por la justicia yanqui, sumados a tres hombres que dirigieron la Concacaf en los últimos años: Jack Warner, Jeffrey Webb, Alfredo Hawit. Ni que hablar de quien fue para la Argentina la cara de la representación ante Sudamérica, Eduardo De Luca, hoy beneficiado con una prisión domiciliaria. ¿Alguno de los periodistas que visita Estados Unidos será capaz de brindarnos un jugoso informe?

Alguno de los periodistas en el Norte ¿será impiadoso con los organizadores y sus errores de papanatas cuando confunden y mezclan himnos, dan vueltas banderas o se les escapan canciones con los audios oficiales, demostrando así que la supuesta “eficiencia estadounidense” que nos quieren vender siempre no es otra cosa que otro mito del periodismo entregado y servil?

¿Dejaremos de inventar frases y compromisos a los jugadores? La reciente entrevista que los periodistas militantes de la extraordinaria revista La garganta poderosa le hicieron a Mascherano mostró al volante negando haberle dicho a Mauricio Macri, cuando estaba en plena campaña electoral, que se convertiría "en héroe" si llegaba a la Casa Rosada. “Nooo, todo eso fue una mentira”, les dijo Masche a los pibes mientras apoyaba la inauguración oficial del comedor comunitario "Las Gargantitas" en la Villa 21. Mascherano había participado, en octubre de 2015, en una charla sobre motivación y liderazgo, y algunos medios dominantes y hoy macristas publicaron que el subcapitán le susurró al actual mandatario la frase “este año te convertís en héroe vos”. Otra mentira y van…

En estos tiempos de hiperoficialismo y censura, más que nunca hay que prestarle atención a los medios deportivos alternativos. Por eso, a cambiar el dial a cada rato, a buscar mucho por Internet si queremos saber qué está ocurriendo con la Copa y la Selección.

Mientras tanto, el sueño de verlos jugar bien, parece cumplirse. Como en el 86. Por eso es recomendable, mañana miércoles por la noche, entretenerse y aprender con “Historias de la Copa”, el documental que emite TV Pública a las 22. Para que aprendamos los periodistas, cuánto hay de relatos invisibilizados en las coberturas de los torneos. La verdad, siempre aparece.