Reflexivo, sin calenturas y con la ciencia y paciencia que deberían alumbrar a todo periodista deportivo, Ubaldo Matildo Fillol, dijo lo más interesante en los medios sobre los exabruptos egocéntricos de un par de jugadores de la actual Selección Nacional.

“Yo siempre dije, en su momento y ahora lo vuelvo a repetir, que uno no puede decir si sos el mejor, el peor o más o menos", respondió el Pato cuando se le preguntó por la frase de Rodrigo De Paul (“"Que me perdonen, pero creo que somos la mejor selección que tuvo nuestro país") y que luego empeoró  el volante Leandro Paredes (“Ninguna representó tan bien al país como esta”).

Si bien los argumentos de De Paul sirvieron para alimentar el respaldo de unos cuantos cronistas y conductores ("No lo digo desde un lugar, desde el ego ni mucho menos…pero como equipo nosotros le ganamos a todos los campeones actuales que había, al último campeón de América, al último campeón de Europa y al último campeón del mundo, no fue fácil"), parece que la vanidad amaga con comerse a unos cuantos jugadores del plantel campeón de Qatar.

Peligroso mal que acunan ciertos deportistas, contaminado por el peligroso mal que acuna cierta parte de la humanidad  a la hora de valorar aquello que cada uno de nosotros realiza.

En la prensa, la frase típica es “yo lo dije primero”. O “esta noticia la dimos primero aquí”. Una paparruchada de jactancias que sufren el descrédito de lo improbable. En los tiempos de hoy, con superpoblación de vías y medios de comunicación ¿Quién puede decir que tal o cual periodista anunció primero un hecho o una novedad?

Lo mismo ocurre con el haragán y fanfarrón término de “exclusivo” que cada tanto colocan a una entrevista (entrevista que luego se ve en otros canales o periódicos).

El canal menos creíble del país (Crónica) practica la mala costumbre de anunciar que “Fue primicia de Crónica…” cuando sus pantallas llenas de morbo y colores amarillentos, se adueñan de la sangre y las notas que parecen pagas.

  Esta vanidad periodística llevó a la pérdida de confianza de grandes sectores de la población en los medios y en una buena cantidad de periodistas.

Muy merecida.

Si la Selección Qatar es o fue mejor que la del 86 o la del 78, ingresará en las variadas discusiones que de aquí a la eternidad desarrollarán los medios deportivos y de los otros. El tiempo, y las imposibilidades de conocer cada detalle del contexto de cada selección, harán lo suyo y por los siglos de los siglos el debate será tan cruel y crudo como preguntarnos ¿Maradona fue mejor que Messi? 

Esto en periodismo se llama instalar un tema. Un tema para el bla bla.

Gran especialidad de nuestra profesión.