Dos reportajes muy recientes mostraron dos pensamientos, y dos cerebros, muy distintos. El de un futbolista y el de un periodista deportivo.

Veamos. En el suplemento deportivo de Clarín del lunes 27 de diciembre, José Manuel López, el delantero de Lanús, considerado una de las apariciones para aplaudir de los últimos tiempos, le contestó una serie de preguntas a Mariano Verrina.

Repasamos una respuesta:

Al jugador de fútbol se lo idolatra demasiado . Y entonces el futbolistas se cree intocable o que tiene otros derechos que una persona común no tiene. Para mi no es así…”

López tiene 21 años.

Macaya Márquez fue entrevistado el 26 de diciembre pasado por la periodista Marina Zucchi de Clarín. Al editor o editora de la página no se le ocurrió otra cosa que titular: “Una leyenda que no se jubila”.

¿Leyenda de qué es Macaya? nos preguntamos

“Creo que me gané el respeto. Dediqué toda mi vida a ser imparcial”, dice Macaya en la nota, subido así a la más grande de las mentiras que dicen los periodistas. Macaya nunca fue imparcial, como no lo fue ni los ninguna y ninguno de los periodistas de antes y de ahora y del futuro.

Fue tan poca su imparcialidad, como la de su compañero de fórmula Marcelo Araujo que en los años del monopolio del fútbol por TV jamás se les escuchó una crítica a la dirigencia del fútbol argentino, socia de los dueños de Torneos y Competencias y el grupo Clarín en la organización y transmisión de los partidos. Jamás Macaya alzó la voz  para defender a los centenares de medios de comunicación que bregaban por una captura de imágenes de los partidos y que Canal 13 y TyC encadenaban hasta la noche del domingo, para que el rating amarrado de Fútbol de Primera, el progama que conducía Macaya, se ufanara de ser dueño de los domingos.

87 años tiene Macaya.

De ese López de 21 que mide bien los oficios y pone en su lugar a los deportistas, a este Macaya de 87 que se percibe como el gran sabio al que sólo le faltó dirigir a un equipo de fútbol (alguna vez un sabio anónimo de las redacciones de los 70 nos decía, los periodistas de Economía se creen economistas, los de Espectáculos actores y los de deportes futbolistas), hay un abismo de sabidurías. A favor de López.

Por ahí anda desparramando conceptos como formador de fútbol infanto juvenil el ex campeòn mundial juvenil 1979, Rubén Rossi. Según el santafesino “hoy nuestra cultura marca que si tenes un auto y salís en las revistas sos un campeón, y si sos pobre y no te conocen sos un estúpido. Entonces con esta base es muy difícil poder modificar las circunstancias”. 

¿Estará hablando de fútbolistas o de periodistas?

Usted dirá. Porque en cualquier momento, los segundos querrán equipararse. Y reclamarán, como parece reclamar Macaya, un lugar entre los premiados.

Maldición.