No abundan en nuestro gremio, por ello hay que destacarlos. Ya saben ustedes que una parte de quienes ejercen la prensa deportiva en todo el país o se creen entrenadores, o se creen futbolistas, o se la dan de atletas. O de sabihondos, que es peor que todo lo demás junto.

La cabeza les funciona de una forma tal que han cosechado la extraña habilidad de decir y hacer lo mismo durante cuarenta y hasta cincuenta años.

Difícilmente mantengan otras funciones en la vida que la de amasar dinero o extremar el culto al consumismo con una clara noción de lo que es un “chivo”. Y así van por el mundo, llenando formularios donde muy altaneros colocan en el casillero de la ocupación la palabra “periodista”.

Lo hacen a sabiendas de que hay otros periodistas que en silencio, sin jactancia, y a puro corazón inquieto, transitan el camino contrario. Para empezar, buscan la verdad. Y luego, cual si fuesen quijotes, dedican el resto de su tiempo a la defensa de los derechos humanos y los desprotegidos. Sí, sí, esos desprotegidos a quienes los primeros (es decir, los altaneros del párrafo inicial) odian con todas sus fuerzas porque creen si son pobres es porque en el reparto de las gracias de la vida, les tocó el destino de ser pobres. Y que bueno, mala suerte con ellos.

De estos que valen la pena nombrar hay uno que en la semana que se fue logró una victoria personal y colectiva que vale más que todo premio de cartón y plástico se les otorga a los y las periodistas. Julián Scher se puso un objetivo en los últimos años. Rescatar del olvido a todos los hinchas de Racing que fueron secuestrados y desaparecidos por el accionar de las bandas de la última dictadura cívico militar.

Primero escribió el libro “Los desaparecidos de Racing” (dos años de investigación) y luego se juntó con esa maravilla que tienen hoy ciertos clubes, las llamadas comisiones del socio y las direcciones de Derechos Humanos, y lograron que en este diciembre de tanto dolor, el club recordase a sus desaparecidos y les entregase un carnet de “Socios eternos” con el número de socio 30.000.

Gracias Scher, gracias hinchas y socios de Racing que se preocuparon por ello, gracias Sebastián Beccacece el ex entrenador de la Academia que concurrió al estadio a presenciar la ceremonia junto con las y los futbolistas Eugenio Mena, Enzo Copetti, Luana Muñoz, Rocío Bueno, Dolores Maregatti (plantel profesional femenino) y el entrenador Sebastián Benchimol. Bastante prensa por suerte. Y bastante emoción cuando se leía cada historia de las y los hinchas que ya no están.

Muchos clubes van por el mismo camino: Ferro, Argentinos, Defensores de Belgrano, Morón y All Boys. Y en esas búsquedas y homenajes, unos cuantos periodistas deportivos ponen su cuerpo y su tiempo para convertir a este bello oficio, en una especie de abreojos para construir un mundo mejor y más justo.