Cuando el periodismo de investigación deportivo no se mueve vienen otros y te pasan por arriba. Algo así logra Santiago O´Donnell con su reciente libro “Hermano”, una recopilación de confesiones de Mariano Macri sobre las andanzas de su querido familiar Mauricio.

Y es que con un par de páginas, dedicadas al período en que el ex presidente cuestionado manejaba Boca, desparramó los negocios que supuraban en aquel club día y noche mientras un manto de felicidad copera intentaba taparlos.

La distraida prensa hegemónica deportiva, que encabezan los monopolios que se apoderan de los derechos de TV, nunca revisa el pasado. Sobre todo el pasado dirigencial de quienes usaron a las instituciones para beneficio de grupos empresarios que se llevaron gran parte de las riquezas que hoy nos faltan.

Hay partes tentadoras que llevan a reflexionar, qué sabrá Isabel Menditeguy de los pases de ciertos jugadores: “Mariano cuenta también cómo fueron sus reuniones cara a cara con Mauricio en las que terminó de entender el abismo que los separaba, y anécdotas familiares como la de Nuria Quintela, la mujer de Franco, contándole a Franco que Isabel Menditeguy, entonces mujer de Mauricio, había bajado información de la laptop de Mauricio sobre los pases de jugadores de Boca para negociar un acuerdo de divorcio de ocho millones de dólares, entre otras historias del clan que sirven para entender el origen del conflicto y cómo se llegó a la ruptura” (página 10).

Otro capítulo del libro toma la palabra del hermano denunciante y explica más detalles: “Me dijo que Mauricio había dejado la laptop en la casa, que ella se había hecho copiar por un hacker todo el disco duro y después le tiró sobre la mesa las transacciones de todos los pases de Boca en los que él participaba, de todos los negocios que había hecho ahí. Eso le termina costando ocho palos verdes. Y tengo mis dudas de si no los pagó el viejo, porque Mauricio siempre ha sido un artista en no poner un mango nunca en nada, ni siquiera en un restorán, ni para un café ni un pasaje ni una vacación. El tipo garronea. Cuando se convirtió en una figura de Boca, por ejemplo, no pagaba nada. Los empresarios le prestaban el avión, el helicóptero, todo. No tengo idea de qué negocios hizo en Boca porque pisé su oficina una sola vez, cuando un amigo me pidió una reunión con él por Racing y lo acompañé. Arribas estuvo muy metido en eso. A Mauricio le gustó mucho cómo el tipo manejó esas operaciones, debe haber sido un socio muy efectivo”. (página 88).

Tenemos entonces un presidente de club al que se acusa desde su círculo más cercano de participar en negocios con futbolistas de su club. A ello se le suma la revelación que en otro libro de O´Donnell, (ArgenPapers) se contó sobre la transferencia de  Carlos Tévez al Corinthians de San Pablo (15 millones de dólares) cuando Macri gozaba de la presidencia. El libro señalaba  un pago por medio de una empresa en las Islas Vírgenes Británicas (paraíso fiscal) con intermediarios que cobraban sus comisiones por medio de HAZ Football World Wide Limited empresa radicada en Gibraltar. Haz era otra empresa de Arribas.

¿Dirán algo los directivos actuales de Boca? ¿Se les abrirá la cabeza para iniciar investigaciones internas? ¿Iniciarán un sumario por aplicación del artículo 33 del Estatuto del club que preveé la pena de expulsión al socio que cometa atentado contra los intereses patrimoniales y financieros del club o mala conducta notoria que ocasione perjuicio al club?

¿Y nuestra prensa deportiva elitista se despertará de la mano de un libro revelador? ¿O seguirá la siesta complaciente y encubridora de las últimas décadas?