Pasa cada vez más seguido, o sigue pasando en cada ocasión que lo amerite. Y, sobre todo, en las que no lo ameritan. A principios de 2017 me pidieron una nota para La Nación que llevó título “La La Land: por qué no es ni ‘la mejor película de la historia’ ni un bodrio”. Ese, como la mayor parte de los títulos que aparecen en los diarios, fue puesto en la instancia de edición. Los títulos de los diarios, cada vez más, suelen intentar ser “gancheros”. Estamos en la era de buscar y buscar y buscar y mendigar clicks. Y se nota, claro, cada vez más, y no particularmente con ese título, que apenas invitaba a leer una nota sobre cine que -justa o injustamente- hablaba de las exageraciones que buscaban y buscan ser gancheras y cancheras, y a veces arteras. O, a veces y casi siempre, simplemente cansadoras.

La nota la pueden leer acá y uno de sus argumentos centrales, y el que viene al caso en este caso, y por si acaso no quieren leer todo eso, era más o menos este: si alguien dice que algo es bueno, el siguiente ser que gusta de ese algo dirá que es mejor. Y la hipérbole máxima no tardará en llegar, y se encaminará al infinito y más allá, mucho más allá. También sucede al revés, en sentido negativo. Se genera un ambiente en el que hay que tomar posición, “ponerse una camiseta” cada vez de forma más extrema y cada vez más rápidamente. Y al público que luego va a ver la cosa en cuestión puede gustarle, pero también puede quedar un tanto decepcionado o, típicamente en estos tiempos de hipérboles, decir “no era para tanto”. Casi nada es para tanto, generalmente, al menos para justificar tantas y tantas expresiones extasiadas de esas que cada vez están más de moda.

Y, como decíamos, aparecen cada vez más seguido. De hecho, en este punto ya llevamos más de mil novecientos caracteres de texto y no hemos dicho ninguna de esas hipérboles desmadradas. Así que creo que debería decir alguna. No es justo, no es necesario, no viene al caso pero... ¡estamos con un teclado y esto va a estar on line! Así que… ¡El queso Grana Padano es el mejor queso del planeta! ¡Y pulveriza a todos los demás quesos, que son una porquería porque no son el Grana Padano! ¡Mueran, quesos que no son el Grana Padano! ¡El Grana Padano es el mejor queso, el mejor alimento y también es la mejor película y la mejor canción del año! ¡Y de todos los tiempos, total se viene haciendo desde hace casi un milenio! ¿Que qué cosa se hace desde hace casi un milenio? Este queso, manga de réprobos. De hecho, habría que hacer que todo el mundo pase a ser igual a las regiones de Italia en las que se produce este queso. Y así ya no sería Grana Padano sino “queso”, manga de quesos.

Porque sos un queso si no te emocionás con no sé qué y si no te gusta el final de qué se yo qué. Y también sos medio opa si no apreciás con toda la espina dorsal cinéfila a la nueva de Tarantino, o si no fabricaste veinte kilos de moco con la nueva de Almodóvar, o si no te latió re fuertecito el corazoncito con Toy Story 4 o si no saliste re re re manija de la nueva de Marvel. Y, claro, si no venerás de rodillas la nueva de Pedro Costa probablemente seas un insensible estético de la más horrible calaña, un alma de una rusticidad inaceptable. Porque estos no son tiempos de tibiezas, así que dale nomás grana padanooo, es un sentimiento, no puedo parar...