El mundo se ha vuelto un lugar extrañísimo, mucho más que antes. Un mundo hermoso, nos dicen conclusivamente en esta película llamada Spontaneous, y un mundo incierto, también nos lo dicen; pero ya lo sabíamos, bah, algunos. Te podés morir en cualquier momento y en determinadas ocasiones hay más posibilidades de que eso pueda llegar a ocurrir que en otras. ¿Una iluminación, una ráfaga de lucidez? No sería muy certero apuntar eso, sinceramente, pero como quieran.

Estamos en un momento en el que arribar al perogrullo más perogrullo puede llegar a ser saludado como un acto de valentía o incluso de lucidez. Y es aún peor que eso: se ve la evidencia inmediata e incontestable de ese perogrullo, por ejemplo, el agua moja, pero al minuto hay mucha gente negando que el agua moja. Y todavía peor: hay gente que decide no salir nunca más de su casa si hay lluvia o si anuncian lluvias, incluso con baja probabilidad: es que el primo político del suegro de mi tía se resbaló con agua y se golpeó y se murió. La lluvia, ergo, mata a todo el mundo y ojo, también el agua, hay que tomarse en serio al agua. Así estamos, dialogando sin pausas con La idiocracia de Mike Judge. Todo el día, todos los días. ¿Habrá que huir de la conversación? Quizás, pero yo salgo con lluvia, y meses después de que alguien me la recomendara decidí ver Spontaneous, ópera prima de Brian Duffield, película estadounidense estrenada allí el 2 de octubre de 2020.

Spontaneous es una comedia de high school, de las de último año, de las de senior year. ¿Es una comedia? No, es una comedia romántica. ¿Es una comedia romántica? No, es una comedia romántica trágica cruzada desde los primeros minutos con el terror, la angustia y el splatter.

En el último año de la secundaria, chicas y chicos de un lugar llamado Covington -condado que está en muchos estados, pero que aquí se filmó, como tantas otras películas, en Vancouver, Canadá- empiezan a explotar espontáneamente y -claro- se mueren. Y sus cuerpos quedan esparcidos, convertidos en poco más que sangre, por todos lados. Boom. Esto es una explosión, o una sucesión de explosiones, porque la cosa sigue. ¿Hay razones? No che, la gente se muere, y esto es mucho más trágico porque se mueren jóvenes. Y los encierran, y los aíslan, pero no se soluciona el problema. Y uno de los alumnos vive con traje de protección total, pero tampoco che. Parece nomás que estar vivo es el factor clave para que exista la posibilidad de morirse. Lo que Spontaneous hace, esto sin decirlo, es hacer pasar de la posibilidad a la probabilidad de muerte a un grupo de adolescentes -las referencias a los tiroteos están, como fondo cultural y como diálogo-, y con eso tiene la base para poder hacer una película atractiva, lejos de ser brillante pero con algunos destellos.

Spontaneous es una película con aciertos de ritmo, de montaje, de acción repentina -pocos sucesos más efectivos que esta combustión, mejor dicho explosión, espontánea si se la usa a favor de cachetazos narrativos- y humor negro, y con debilidades cuando confía acríticamente en algunos momentos codificados -pero gastados, y acá procesados sin lavarlos y pulirlos- del subgénero high school. Spontaneous está basada en una novela para “young adults” de 2016, que no leeré porque está por llover, o porque en algún momento lloverá. Es decir, la novela es anterior a “este contexto”, pero a “este contexto” ya lo conocíamos de antes por libros y películas, así que no es tan extraña la coincidencia y la posibilidad de interpretación.

En Spontaneous también se habla de Bruce Springsteen y de Clint Eastwood como referencias básicas para poder entender emocionalmente el mundo. Y está bien. Y también hay una referencia a David Cronenberg y a Carrie para evidenciar que la chica y el chico tienen cosas en común. Y está bien, porque hay que poder hablar de otras cosas que no sean las redes sociales, los titulares inmundos de los medios y de lo que pasa en los rialiti yous. Como cantaba Phil Collins, ojalá llueva. Y sí, les recomiendo Spontaneous. Y La idiocracia de Mike Judge, como lo hago hace una década y media.