En estos días, en medio de ver una cantidad demencial de películas, me acordé de la existencia de Danny Collins. En realidad no me acordé, más bien apareció en la memoria, de rebote, algo así como una imagen imprecisa de “una película más o menos reciente con Al Pacino interpretando a un cantante tipo Tom Jones, bronceado y peinado y vestido de forma contraria a cualquier sutileza”.

Y me acordé de que me había olvidado del título original, y también del título de estreno acá y de muchas otras cosas. Entonces busqué la filmografía de Al Pacino y ahí estaba Danny Collins, fechada en 2015 y dirigida por Dan Fogelman. Y como pasa con muchas películas cuyo título original es un nombre, acá le pusieron cualquier cosa, cualquier otra cosa. Bah, le pusieron Directo al corazón, como si estuvieran vendiendo partes del archivo de Luis Miguel. Danny Collins era -es- una de esas películas convencidas, resueltamente convencidas de los mecanismos que utiliza. Orgullosa de transitar los caminos más industriales más probados, y de entre ellos los más azucarados. Una película absolutamente segura de no detener el ritmo de las emociones fuertes. Y en esa aplastante seguridad exhibida por Danny Collins recordé, o creí recordar, cierta nobleza para jugar cartas que podrían ser fácilmente tiradas abajo, como las de un castillo de naipes. Cartas que -epa, de eso no me acordaba- incluía un generoso puñado de las mejores canciones de John Lennon solista. Pagarle a Pacino para que cante -una canción pegajosa y pegadiza llamada “Baby Doll”, que no se consigue más que grabada del audio de la película-, pagar los derechos de las canciones de Lennon, pagarle a Annette Benning para que devuelva la pelota a Pacino en diálogos filosos. Una película que, en 2015, sonaba fuera de época, y que hoy casi nadie la recuerda, y quizás la haya visto yo solo.

Este es un mundo en el que cada vez más la atención se concentra en cada vez menos películas -y hay gente que agrega series y entonces las películas importan aún menos-, que son esas que los medios dicen que se tienen que ver ahora mismo para ser comentadas ahora mismo, no tanto para intercambiar ideas sino en general algunos pareceres cargados de exageración. Y en un mundo cada vez más cargado de anteojeras, proliferan las películas que caen en olvidos inmerecidos. Y por Danny Collins me puse a pensar en películas que han iniciado ese camino del olvido aunque fueron estrenadas después de “la de Al Pacino cantante”. Todas ellas, además, mejores que Danny Collins, casi todas ellas estrenadas por aquí en cines, presentadas, anunciadas o puestas a disposición y algunas después retiradas, pero el que recuerda puede buscar, o recomendar, como me dispongo a hacer ahora. Este es un seleccionado de algunas de las películas que no quiero que se olviden de las muchas, muchísimas, que vi entre 2015 y 2020.

Bajo el mismo cielo (Aloha, Estados Unidos, 2015) de Cameron Crowe, con Bradley Cooper, Emma Stone, Rachel McAdams, Bill Murray, John Krasinski, Danny McBride y Alec Baldwin. 

Victoria (Alemania, 2015) de Sebastian Schipper, con Laia Costa, Frederick Lau, Franz Rogowski, Burak Yigit y Max Mauff.

Florence (Florence Foster Jenkins, Reino Unido, 2016), de Stephen Frears, con Meryl Streep, Hugh Grant, Simon Helberg y Rebecca Ferguson.

El amor se hace (Kiki, el amor se hace, España, 2016), de Paco León, con Paco León, Ana Katz, Belén Cuesta y Candela Peña.

En los 90 (Mid90s, Estados Unidos, 2018), de Jonah Hill, con Sunny Suljic, Katherine Waterston, Lucas Hedges, Na-kel Smith, Olan Prenatt y Gio Galicia

Colossal (Canadá/España, 2016), de Nacho Vigalondo, con Anne Hathaway, Jason Sudeikis, Austin Stowell, Tim Blake Nelson, Dan Stevens y Hannah Cheramy.

Un amor inseparable (The Big Sick, Estados Unidos, 2017), de Michael Showalter, con Kumail Nanjiani, Zoe Kazan, Holly Hunter y Ray Romano.

Detroit: zona de conflicto (Detroit, Estados Unidos, 2017), de Kathryn Bigelow, con John Boyega, Anthony Mackie, Algee Smith y Will Poulter.

¿Quién mató a los Puppets? (The Happytime Murders, China/Estados Unidos, 2018), de Brian Henson, con Melissa McCarthy, Elizabeth Banks, Maya Rudolph, Joel McHale.

El muñeco diabólico (Child’s Play, 2019, Francia/Canadá/Estados Unidos), de Lars Klevberg, con Aubrey Plaza, Mark Hamill y Brian Tyree Henry.

Amante fiel (L'homme Fidèle, Francia/2018), de Louis Garrel, con Louis Garrel, Laetitia Casta, Lily-Rose Depp y Joseph Engel.

The Souvenir (Reino Unido-Estados Unidos/2019), de Joanna Hogg, con Honor Swinton Byrne, Tom Burke, Tilda Swinton, Alice McMillan, Richard Ayoade, James Dodds y James Spencer Ashworth.

The Wild Goose Lake (Nan Fang Che Zhan De Ju Hui, Francia-China/2019), de Diao Yinan, con Ge Hu, Lun-Mei Kwei, Fan Liao, Regina Wan, Dao Qi, Jue Huang, Chloe Maayan.