Lunes. Los escritos de Satie me disgutan un poco. Los leo y repaso en la cama. Los recordaba más interesantes. Escribí hace años una breve reseña sobre Cuadernos de un mamífero. Mis lugares de lectura son tres. La cama, la computadora o el transporte público.
Lunes, más tarde. Encontré la nota que escribí sobre Satie hace ya casi diez años: “En las artes musicales o escénicas, todos los a lo largo del siglo XX reventaron alguna forma heredada del siglo XIX le deben algo. Estos Cuadernos de un mamífero, que pueden ser leídos con música o en silencio, funcionan como introducción tangencial pero interesante a su obra y se revelan como un útil mapa del personaje que a veces tocaba el piano con guantes para escandalizar y, de alguna forma, construyó las bases irónicas de la música erudita contemporánea.”
Martes. Una forma de suprimirlos a todo y a todos es el suicidio. Pero te suicidás y en el Purgatorio ¿con quién te toca caminar? ¿Qué es peor? ¿El infierno resignado del dolor o escuchar a otros confesándose en la queja durante la larga caminata de la purga moral con la esperanza de ver a Dios? El Purgatorio en soledad me parece más tentador que el Paraíso definitivo, pero esa soledad melancólica y esa esperanza es una utopía. El verdadero Infierno impide la resignación y está adentro del Purgatorio. Ahí caminás eternamente rodeado de hombres y mujeres que te cuentan sus problemas y sus ambiciones. Y a su vez vos sos torturador de otros a los que les hablás con las mismas palabras. En ese Purgatorio nunca hay silencio.
Miércoles. Wagner y Borges. ¿Debería escribir un ensayo? Hay afinidades con el tema de las sagas y los mitos sajones. También en la idea de sincretismo y escritura. Pero mucho más interesante es la vida interrupta de Wagner en la Argentina. La Argentina es muy wagneriana, es romántica, delicada, exagerada, tanática, culposa, freudiana dramática. Pero Borges construyó un cinturón de castidad estético formado con una demanda de precisión muy grande y una inquebrantable fobia clasicista y eso ¿no impidió que la Argentina se reencontrara en el siglo XX con su destino wagneriano? Tan fuerte es esta operación que también se lleva puesto a Verdi. ¿Se puede ser borgeano y amante de la ópera? ¿Se puede ser argentino y no ser un poco borgeano hoy? Arlt siempre es mejor que Borges. Ya se ha dicho. Hay que volver a decirlo. Y eso que Borges era bueno, uno de los mejores.
Miércoles, más tarde. Fui a la presentación del libro de Federico Sironi sobre Stephen King. me lo regaló y lo estuve leyendo en el colectivo pero lo dejé porque no tenía para subrayar y ya no puedo leer sin subrayar. Menos un libro como ese.
Jueves. Vuelvo a encontrar en la web un libro de Pasolini que se titula Demasiada libertad sexual os convertirá en terroristas. Leo una reseña. No logra despertarme tanto interés como el título. La nueva moral se parece mucho a la vieja moral. Hoy las feministas se drogan con el morbo y la sangre ajena. Después de tantos libros, el juicio moralizante, ese goce, sigue vigente. Una cita: “Naked women make up 80% of all the pictures on the internet.”
Jueves, más tarde. La manzana está hecha de hambre. La literatura, de ingenuidad.
Viernes. San Jorge, que el público no vea tus disculpables escamas.