Domingo. Vivimos en una época de buenas intenciones con cero resultados, pero las buenas intenciones están. Me dicen que tengo pasta de suicida porque me puse a regar las plantas durante un asado en casa ajena.

Lunes. Un titular: “El hombre con media cabeza fue detenido por intento de asesinato y piromanía.” El copete: “Carlos Rodríguez, de 31 años, fue arrestado esta semana en Miami por incendio e intento de asesinato en primer grado.” El comienzo de la nota: “La policía dice que Rodríguez quemó un colchón en su apartamento, con dos personas adentro de la residencia en ese momento. Los agentes encontraron a Rodríguez en el patio de la casa y lo pusieron bajo custodia. No es su primer problema con la ley. Rodríguez se volvió una estrella en internet hace años tras su arresto en 2010 por el cargo de solicitación de una prostituta. En su foto de ficha policial se ve el hundimiento de toda la parte frontal de su cráneo, como si le hubieran quitado la mitad de la cabeza.”

Lunes, más tarde. Rastignac no tiene entrada de Wikipedia en castellano. ¿Es como la nieve que los esquimales no pueden describir? “Rastignac was planning to marry a rich widow, but changes his mind when he finds that her income was only 18,000 francs and she had an extra toe.” Hay días en que uno quiere quemar todo como el hombre con media cabeza. “She was crying in her wretched bed. For those words, Stephen: love's bitter mystery.”

Martes. “La notizia della morte del compositore [Wagner] si sparse velocemente nel mondo. Uscirono i giornali in edizione speciale. Una grande folla si raccolse intorno a Palazzo Vendramin con centinaia di gondole. Arrivarono moltissimi telegrammi e corone di fiori. Giuseppe Verdi scrisse a Ricordi: "Triste, triste, triste. Wagner è morto… E’ una grande individualità che sparisce! Un nome che lascia un’impronta potentissima nella storia dell’arte.”

Miercoles. Leo sobre el planeta Venus en Wikipedia.

Jueves. Compré y leí con mucho placer y de manera fluida Ballenas y balleneros de la patagonia de Alejandro Winograd. Hay algo sano en la Patagonia. Es posible que sea la idea de soledad, la idea de naturaleza o directamente la muerte en un lugar frío donde no hay ruidos ni olores.

Viernes. Un párrafo de La tabla rasa de Steven Pinker: “Cualquiera que esté familiarizado con el mundo académico sabe que alimenta cultos ideológicos resistentes a la crítica y propensos a dogmatizar. Muchas mujeres piensan que esto es lo que ocurre hoy con el feminismo. En su libro Who Stole Feminism?, la filósofa Christina Hoff Sommers hace una útil distinción entre dos escuelas de pensamiento. El feminismo de la igualdad combate la discriminación sexual y otras formas de injusticia con las mujeres. Forma parte de la tradición liberal y humanista clásica que surgió de la Ilustración, guió la primera ola de feminismo y lanzó la segunda. El feminismo de género sostiene que las mujeres siguen estando esclavizadas por un sistema omnipresente de dominación del macho, el sistema de género, en el que «los bebés bisexuales se transforman en las personalidades de género de macho y hembra, una destinada a mandar y la otra, a obedecer». Se opone a la tradición liberal clásica y, en su lugar, se alía con el marxismo, el posmodernismo, el constructivismo social y la ciencia radical. Se ha convertido en el credo de algunos programas de estudios sobre la mujer, organizaciones feministas y portavoces del movimiento de las mujeres.”