Martes. Volver siempre es difícil. Uno arrastra los lugares en la cabeza, en los ojos y en las manos. Los precios de los libros, imposibles, me empujan a la web. Hoy, almuerzo con Néstor en El Federal. Me comenta de su novela que está terminada, que terminó de escribir hace meses y que, sin embargo, sigue escribiendo. Come media tortilla de papa y cada tanto dice frases geniales. Tiene una que cito de memoria: “Me hablan de tecnología y yo no paro de ver Edad Media en todos lados.” Quedamos en que le voy a mandar unas preguntas para una entrevista. Me hace con muecas una refinada lectura de El matemático nocturno de Chiesa. Cierra con un “qué bárbaro.”

Miércoles. Hoy jueves –10 de enero– Revista Paco cumple once años. A nadie le importa. No hay fiesta ni celebración. Paco no es un hijo. Más bien es un sirviente robot al que nunca saludamos –¿para qué?– y, en el fondo, le tenemos miedo porque sabemos que es capaz de, un día, asesinarnos en la cocina o mientras dormimos.

Más tarde. Hace dos o tres días, hablando con Robles, me sale con Enrique Wernicke. No sé por qué. Me habla de los cuentos. (Creo que le leyó un par a sus hijas.) Solo le gusta Hans Grillo. Me lo manda. Está bien. Es simple. Juega a la ingenuidad. Le cito los diarios. No recuerdo dónde los leí. Buscamos en la web y encontramos los fragmentos que Jorge Asís publicó en un número de Crisis. Buscamos la revista. Es el número 29, de septiembre del 75. Robles la encuentra escaneada pero yo me la compré, barata, por Mercado Libre y hoy la fui a buscar. Los fragmentos que Asis elige del diario, que no está editado, son todos buenos: duros, inteligentes, y a la vez sensibles. Wernicke llora con dureza, es lírico. Robles dice que se hace preguntas parecidas a las que nos hacemos nosotros. Es posible. Napo también comenta los cuentos. Yo sigo de largo y leo otras partes de la revista. Los chistes sobre economía, de una viñeta o dos, se pueden aplicar sin mediaciones a nuestra realidad. 2024. Mismo problemas que en 1975. El eterno retorno argentino. Los invariantes históricos.

Jueves. Publiqué en la web cincuenta fotos de Base Petrel. Es una linda colección. Llevó su trabajo elegir solo cincuenta fotos. Mientras trabajaba, el verano porteño se ponía celoso y me retaceaba conexión y ancho de banda. En la Antártida, bastante concentrado; en Buenos Aires, ¿siempre desconcentrado? En Petrel leí muy poco, casi nada. En Marambio había biblioteca y leía más. Pero en general, ¿cómo leer en verano?

Viernes. Ayer, jueves, al mediodía Top secret, con Val Kilmer, doblada. Y después a la tarde Fear and desire, un mediometraje bélico de Kubrick antes de ser Kubrick, pero donde ya se ven, sin embargo, algunos de sus recursos. (Kubrick negó luego la película como si fuera un ejercicio pero se nota influencia del cine soviético.) Más tarde The killing, también de Kubrick. Me gustó. Killer´s kiss, 1955, también me gustó mucho. Las tres en blanco y negro. Hoy viernes, Barry Lyndon, de 1975 y en colores, que era la última de sus películas que me faltaba ver. Aburrida y lenta hasta el absurdo. Este Kubrick que dilapida recursos como su protagonista se gasta una fortuna ajena me deja sin palabras. Tres horas de todo lo que está mal en el cine. Poca acción, movimientos lentos, primeros planos inmóviles, buenas ideas desaprovechadas. Hace mucho que no veía una película tan mala y que me desagradara tanto, encima de un director que puedo decir que me entusiasma. Desde ya, hay varios planos que retoman la mejor tradición pictórica europea. Y la iluminación, los encuadres, incluso algunas actuaciones, pero… No alcanza. Una película innecesariamente larga que se vuelve innecesaria. Y eso que el siglo XVIII tiene para dar. Pero no, no funciona. Una película puede ser todo menos tediosa. Y Barry Lyndon me aburrió no mucho, sino muchísimo.

Más tarde. Perdón, Stanley, tus otras películas sí me gustan mucho. Ojalá tuviera un poco de tu talento. (¿Cómo hubieras filmado la Antártida? Quizás viendo 2001 se pueda llegar a imaginar algo… Mi tentación es hacer una película con lo que filmé y pedirle a una AI que la narre con la voz en off de Herzog. Lo estoy pensando en serio.)