Lunes. Ayer domingo vi Old Henry en Netflix. Un western realista, casi naturalista, algo afectado y lento, muy en género. Bien filmado, desde ya. Me gustó sin énfasis y lo disfruté sin entusiasmo. Hay algunas balaceras bien logradas y el giro del final no es mucho pero sirve. Hoy volví a ver The last stand con Arnold viejo y rompiéndola toda. Creo que es una peli que ya tiene diez años. Un western aggiornado, y por eso muchísimo mejor. El sábado, cumpleaños de Mavrakis. Presente, casi la plantilla completa de Revista Paco. Buen ambiente. En un momento le saqué una foto a Mavrakis y a Margarita. Estaban en la cocina, riéndose. Se dieron cuenta y Mavrakis vino y me dijo: “Una vez un fotógrafo le sacó una foto a Peron con Evita, todavía no se habían casado, y Perón se acercó al fotógrafo y le dijo: pibe, esa foto no corre.”

Martes. La Revolución Francesa mató más gente que la Inquisición española. La Convención, la asamblea constituyente que fundó la I República Francesa, asesinó oficialmente a 16.594 personas, 2639 en París. Extraoficialmente las víctimas superarían las 40.000. A Maradona le preguntaron: ¿Es verdad que un árabe te quiso regalar una casa con zoológico? Él respondió: Sí, y yo le dije ¿pero, maestro, quién le da de comer al león? Es una buena repregunta. Sí, genial, todo bien, pero ¿quién le da de comer al león?

Miércoles. Edgardo Cozarinsky me mandó Palabras prestadas, un libro breve de citas y fragmentos, donde aparecen todo tipo de autores tejiendo una red sutil de referencias y temas. El mismo Edgardo se cita ahí y también aparezco yo, lo cual me parece divertido y una gran elogio de su parte. El libro es breve pero no se puede leer una sola vez, hay que releerlo, como usando un calidoscopio. El arte del centón, entonces, muestra los bordes en un formato breve que deja mucho lugar al lector para imaginar.

Jueves. Uno de los grandes dilemas del siglo XXI está en que la belleza siempre es frívola pero la frivolidad no siempre es bella.

Más tarde. Nicolás Varela cuenta que en 1929 Benjamin se propuso crear una revista junto a Brecht. Se iba a llamar Crisis y Crítica, “cuya misión consistiría en la destrucción de Heidegger.” La cubierta sería diseñada por Paul Klee. Como de costumbre con la izquierda, no hicieron nada. “Su gloria cabe en la rosa/ que ninguno le ha traído.” Ahora toquemos.