Jueves. Camino desde el subte de Plaza Constitución hasta la casa de Mia Antonella. En el camino veo a una mujer, muy flaca, vestida con un traje de hombre que le queda grande, fumando paco en la vereda y tratando de leer un cartel que hay en la pared. Lo lee en voz alta y cada tanto se detiene para atender la pipa rústica de la droga. Lo que más me llama la atención es el traje que tiene puesto. Más tarde, leo sobre el San Luis y también leo en voz alta.

Viernes. Ayer, Caresano da una breve pero interesante exposición por los cien años de la muerte de Proust. Cuenta que hay un grupo de hombres y mujeres se juntan en un bar del centro de la ciudad a leer La recherche en voz alta. Lo hacen hace años. Una vez por semana. Cuando terminan, empiezan otra vez. Nos dice que hay un documental sobre esos lectores. (Pienso que, si fuera una escena de una novela, y si yo escribiera esa novela, leerían el Quijote, o los ensayos de Montaigne.) Godoy nos manda mapas de Malvinas del siglo XIX. Macke manda el registro satelital. Yo, el primer mapa, que tiene una historia especial llena de equívocos. La forma de las islas a través del tiempo.

Más tarde. Voy al centro a comprar una tapa para la cámara. Hablo de lentes con el técnico que me atiende. En Corrientes compro tres ejemplares de Todo es historia. Antes cuando era joven recorría las librerías de Corrientes y pensaba: “Tengo que leerlo todo. No se me tiene que escapar nada. La verdad está en los usados, en los saldos, en los requechos de la cultura impresa del siglo XX.” De La recherche a los requechos. Hoy mi mirada cambió. Está más curtida. Soy menos enfático. Ahora leo porquerías pero las proceso mejor. Quizás haya cumplido, de alguna forma, ese deseo inicial.

Domingo. Ayer, seminario en el museo. Exposiciones de Cora sobre fotos de la prensa durante la guerra, y de Ariel Magoc sobre petróleo, y Mavrakis sobre Samuel Johnson. Godoy presentó sus dos novelas sobre Malvinas. Medianoche, viajo a Mar del Plata. Llego a las cinco y media de la mañana. Camino de la estación hacia el mar por Luro. Encuentro un bar abierto. Desayuno. Empieza a llover. Los hoteles nunca te admiten antes de las once de la mañana. Entre las ocho y las once las mucamas levantan las habitaciones y cambian las sábanas y limpian. Así que antes de las once de la mañana uno puede dejar su equipaje en la conserjería y tiene que salir a dar vueltas. A veces el ingreso se puede dar incluso más tarde. Si uno quiere viajar de noche, es probable que llegue de madrugada ¿Qué se hace todo ese tiempo? Hay que tener imaginación. Este viaje, como fuere, me voy a quedar en la casa de Jorge Chiesa. Pero igual tengo que hacer tiempo hasta el mediodía. ¿Cómo se llama ese tiempo? Hay que estar preparado. Tener batería, encontrar un buen bar, luminoso, y que no tenga música fuerte, (A veces es imposible encontrar un bar sin música, que desde luego es FM o algo incluso peor, nunca entrás a un bar y están escuchando Wagner o Bach.) Hoy es el día de la soberanía. Recordamos la Batalla de la Vuelta de Obligado.

Más tarde. Encuentro al mediodía en la Agrupación de Suboficiales Submarinistas Argentinos de la calle San Martín. A la noche cena con Gastón Franchini y Jorge Chiesa. Hablamos de qué es y qué no es literatura y qué es y qué no es una narración.

Lunes. A la mañana entrega de medallas en el Polideportivo Malvinas Argentinas.

Martes. Viajo toda la noche. De madrugada a doscientos kilómetros de Mar del Plata, al micro en el que voy se le revienta una cubierta. Esperamos una hora. Llega otro micro, bastante más cargado de gente y con asientos más chicos. Me subo y duermo hasta Retiro. Llegó justo para ver el partido a las siete de la mañana. Argentina pierde dos a uno con Arabia Saudita en su primer partido del mundial. Siempre somos la niña de quince a la cual se le incendia el vestido en el cumpleaños. Siempre el drama. Siempre dando la nota, llamando la atención.

Miércoles. Proyectos: editar las cartas más leídas de Malvinas. Pero ¿cuándo? ¿En qué momento hacer ese trabajo que debería ser meticuloso? Damián García cita en Twitter El retorno de los brujos: “Ya no existe la lógica del sentido común. En la nueva física, una proposición puede ser a la vez verdadera y falsa. AB ya no es igual a BA. Una misma entidad puede ser a la vez continua y discontinua. Sería inútil apelar a la física para condenar aspectos de lo posible.”