Miércoles. Murió John Mcaffe.

Viernes. Murió Rinaldo Rafanelli.

Domingo. Murió Willy Crook. Gogui escribió una nota hermosa para despedirlo. Ya empiezo a dejar de intuir y empiezo a verificar cómo voy a ser de viejo. Este año de 2021 se cumplen veinte años de que egresé con el título de licenciado en letras de la Universidad de Buenos Aires. Muy poco matizados por el tiempo, mis sentimientos hacia la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA siguen siendo bastante fuertes y claros. La irradiación de esos conocimientos y las luces blancas de los tubos de esas aulas influyeron de forma permanente en mí. Pero, más allá de los resultados, qué gran equívoco haber estudiado ahí, qué error enorme.

Lunes. La decepción, esa sensación fue siempre tan nítida en mi vida, tan genuina... Por eso mismo, el avance con las vacunas, sólido, impulsado por un gobierno que quiere hacer las cosas bien, me emociona. En la Provincia de Buenos Aires se vacuna ya sin turno a los que puedan demostrar alguna patología o se pertenece a los grupos priorizados. Las vacunas llegan con imágenes de aviones en Ezeiza y también empiezan a producirse en el país. Cuando algo anda muy mal durante el tiempo suficiente se vuelve eterno e irreversible. Hay que luchar contra ese sentimiento.

Más tarde. En el frío de la madrugada escucho la Traviata, que es triunfal. Hoy desayuné leyendo las Antígonas de George Steiner, que pienso usar en mi curso sobre Sófocles, y ahora intento escribir sobre Dolphy. Empiezo y lo dejo. Ya estoy en la parte en que tengo que enfrentar Out to lunch pero llego cansado. El disco me sigue pareciendo excelente, pero, ahora mismo, preferiría escribir sobre Verdi, sobre el talento interminable, empático y lleno de carisma de Verdi. ¿Y qué escribiría? Una larga lista de las veces que se hizo un Verdi en Buenos Aires, y en Rosario, y en Córdoba. Y también en la Patagonia.

Martes. Es imposible vivir y no ser alcanzado por la muerte. Pero entregarse a la burocratización del rito se paga. Antígona nos hace esa pregunta que no se responde con un sí o un no, sino con un hasta dónde. Ayer mientras leía a Steiner, tomé notas en un sobre de Aysa. Releo esas notas. Son útiles. De a poco nos preparamos para volver a trabajar, para volver a la rutina olvidada, para volver, en mi caso, al museo. Muy pronto, quizás antes del 9 de julio, o el mismo 9 de julio, sale La máquina soviética de Robles. Somos muchos los lectores que esperamos ese libro. Lo único que me interesa es Buenos Aires, su mala leche, su belleza, su arquitectura de la desesperación, la codicia de sus hombres, la maldad de sus mujeres, su tiempos desregulados, sus paisajes, sus escenarios, sus paredes imperfectas.