Las posibilidades que ofrece la inteligencia artificial impactan y sorprenden a todos por igual. Sin embargo por ahora esos inmensos avances solo se exponen al gran público a través de la pantalla de un celular o de una computadora, y en el marco de un chat virtual. ¿Qué pasará cuando éstas capacidades de diálogo y habilidades para la respuesta se generalicen en robots? ¿Cómo cambiará la IA a la robótica? ¿Qué beneficios y peligros pueden derivar de esos avances?
Para abordar esos interrogantes, a continuación tres historias de robots con inteligencia artificial. Dos de la vida real y expuestas en el documental "Hola, mi querido robot", y otra de la ficción. Ésta última surge del argumento de la película Autómata (2016), que puede servir para exponer los potenciales riesgos que plantea el escenario en perspectiva.
1-Pequeño robot parlanchín
La primera historia, real y expuesta en el documental, ocurre en Japón y tiene como protagonistas a un pequeño robot llamado Pepper, y a una agradable anciana que vive sola. Según se cuenta en la película, Pepper fue adquirido por el hijo de la señora para que ella no se sienta sola, y a su vez para que la máquina pueda darle charla y de esa manera evite el deterioro mental de la humana. Tal como se observa en diferentes fragmentos, Pepper es bastante efectivo en el intercambio con la usuaria y logra mantener charlas sobre la televisión, o la vida diaria; e incluso se integra al diálogo cuando llega la nuera de visita a la casa. Sin embargo, el robot, al igual que una computadora, en un momento se tilda y queda inmóvil. En ese momento, a la usuaria y también al espectador, le queda claro que Pepper puede poseer inteligencia artificial y capacidad de charla, pero no es más que un artefacto.
2-Muñeca de compañía complaciente
La segunda historia también forma parte del documental. La robot es una bella muñeca de compañía: aquellas que se venden para satisfacer necesidades sexuales, pero que en muchos casos se suman a la vida de usuarios solitarios como compañeras sintéticas. En este caso se trata de una especie de Barbie en tamaño real, con delicadas curvas, labios rosas y pelo largo rubio, que además de ofrecer su estética de belleza hegemónica, puede mantener diálogos naturales con el dueño o usuario. Ella (la robot) en diferentes partes de la película expone su capacidad para elogiar al ser humano, para darle la razón en temas diversos y hasta para mantener una charla sobre alimentos durante la cena. El ser humano está en el medio del desierto en su casa rodante con la robot. Y aunque está absolutamente solo, y muy alejado de cualquier otro ser humano, no se siente así. Porque está esa muñeca con capacidad de diálogo, que parece ser aunque no es. Finalmente en un fragmento del intercambio, el usuario le pregunta a la robot: "¿te gustan las galletas?" Y la muñeca contesta: "eso es algo que no puedo responder". Porque ella no siente y no tendrá nunca posibilidades de elegir algo, según sus propios gustos. Y así como Pepper se tildó, la bella robot deja en claro con sus dichos, que es y será solo una bella robot.
3-Robots y riesgos
Para finalizar, la tercera historia tendrá como foco una vieja película protagonizada por Antonio Banderas que se llama Autómata; y que presenta un escenario de mundo distópico, en el que los robots (de un único prototipo) forman parte de innumerables actividades productivas y de servicio. En el inicio de la trama un representante de la compañía aseguradora de los robots (Banderas) observa que los autómatas han comenzado a tener conductas inesperadas. Y que ellos mismos (los robots), aunque no están programados para eso, intentan repararse de manera autónoma. Y en esa avanzada cometen errores muy peligrosos: por ejemplo sumar al mecanismo una bateria de energía nuclear. Pero ese es solo el inicio de la película, que luego avanza mucho más sobre la cuestión robots, y sobre una en particular (que personifica Melanie Griffith). Pero alcanza solo ese inicio de la historia para ilustrar los inmensos riesgos que pueden representar los robots con inteligencia artificial, en la generalización y realización de tareas sensibles.
Link a sinopsis Hola, mi querido robot