Me aburre escuchar a aquellos que hablan del fin del periodismo. Y también a los que señalan que los más jóvenes ya no serán consumidores de noticias y de medios como lo fueron las generaciones pasadas. El periodismo no se murió ni se morirá. Y es así porque es una actividad necesaria para la sociedad. Y a su vez porque aún hoy es un gran entretenimiento. Así lo han entendido los adultos en décadas pasadas y así lo hacen los más jóvenes en éstos días. Todos buscamos información porque queremos saber de nuestro universo cercano y lejano, y porque conocer más suele ser una actividad placentera.

Es cierto que todo ha cambiado en las últimas tres décadas (desde el momento de la aparición de Internet en 1995 en Argentina), y cambiará aún más en las próximas con avances como la inteligencia artificial o el metaverso. También es innegable que las costumbres en el consumo de noticias se han transformado por completo con relación a lo que eran hace medio siglo.

Sin embargo, muchos aspectos de las bases de la industria informativa aún se mantienen, incluso con los cambios ocurridos. A continuación tres verdades con relación al mundo de los medios, el periodismo y la juventud, que a su vez desmienten algunas afirmaciones previas apresuradas.

1-Los grandes medios fueron, son o pueden ser grandes negocios

Los grandes diarios en papel fueron durante más de un siglo negocios espectaculares, que permitieron construir fortunas inmensas y poderes indestructibles, con precios de tapa, clasificados y publicidad sobre papel. Todo generaba dinero en grandes cantidades.

Y aunque esos tiempos ya no están, y los diarios en papel dejaron de ser lo que eran para pasar a ser plataformas digitales informativas, publicitarias y de ventas; una importante parte de los mayores exponentes de la actividad han logrado transformarse y mantener muy buenas ganancias.

A través de los suscriptores digitales, la publicidad tradicional o de marca, las tarjetas de beneficios, o incursionar en el mundo de la TV, por poner algunos ejemplos de los nuevos negocios que utilizan los ex grandes diarios en papel para ser rentables; esas marcas de aquí y de muchos otros países del mundo aún en el actual escenario pueden ser un muy buen negocio y de gran potencial.

Tal vez los dueños y directivos de esos grandes medios no están conformes porque aún están frescos los recuerdos de décadas como las del 80 o 90, cuando aún un diario en papel podía ser una verdadera mina de oro.

Pero basta mirar algunos datos para obtener conclusiones. La Nación y Clarín están en el puesto número 16 (mundial!) en la cantidad de suscriptores pagos (en el gráfico del twit se expone ese dato: link). A ese negocio también suman exitosas tarjetas de beneficios, y una larga lista de nuevas vías de generación de ingresos pensados para el contexto digital y desde diversas marcas e industrias.

INFOBAE es el sitio habla hispana más visitado del mundo, y gracias a su exitosa gestión para ganar posicionamiento desde Google, ha logrado expandirse como marca en varios países de América, y siendo gratuito, triunfa por la publicidad y los beneficios que le otorga ser el de mayor audiencia.

La lista sigue. Diario Crónica, líder indiscutido como medio de comunicación con foco en los sectores más populares, con una símil moneda propia, un club de beneficios (Cronipesos) y una aplicación, ha generado otro negocio para sostener el liderazgo digital que supo conseguir en décadas pasadas desde el papel.

Fuera del país, es interesante mencionar el caso del diario francés que acaba de lanzar una publicación deportiva, y que obtuvo los fondos necesarios para lanzarla a través de la venta de NFT´s (Non Fungible Tokens), que son piezas digitales irrepetibles a través de la tecnología blockchain.

En síntesis los grandes medios, las marcas fuertes, que tienen espalda para la prueba y el error, son aún negocios muy exitosos y con gran potencial: a través de la publicación digital o en propuestas de TV o en industrias relacionadas. Y en tiempos de desinformación y proliferación de falsas noticias en las redes, es posible que mantengan una relación estrecha con su público. Incluso con el de los más jóvenes que buscarán esas marcas reconocidas en redes o en donde sea para confirmar algún hecho que tenga relevancia o interés para sus vidas.

2-El periodismo de calidad se debe pagar (pero no todos pueden pagarlo)

Muchas de las vías de generación de ingresos que desarrollan los diarios importantes no se pueden generalizar. Son solo para grandes jugadores de los medios que tienen poder de marca, logística y gestión. Por ejemplo hay importantes diarios del interior que aún no han logrado generar un número relevante de suscriptores.

Por eso, por fuera de ese limitado grupo de medios con espaldas para cobrarle al lector, se encuentra un amplio abanico de propuestas periodísticas de interés, que tienen que encontrar fuentes alternativas de ingresos, que no es cobrar por los contenidos.

En los encuentros sobre periodismo, se repite una y otra vez que el periodismo de calidad es caro, y que por eso a los lectores a la larga o a la corta no les quedará otra que pagar y suscribirse.

Pero así como son muy pocos los medios a nivel global que pueden generar suscriptores suficientes, como para que esa sea la principal vía de ingresos, también es limitado el número de potenciales suscriptores con capacidad de pago de una suscripción, en un país como Argentina (y aún más entre los sectores jóvenes). Acceder a una suscripción anual de un diario digital requiere de una estabilidad económica que un porcentaje pequeño de jóvenes posee. Esa opción es muy limitada en comparación a las posibilidades que ofrecía la ocasional o esporádica compra del diario en papel en el kiosco, para buscar trabajo, vender la moto o informarse sobre los temas del día.

En esos mismos encuentros de periodismo que se mencionaban en párrafos anteriores, diferentes referentes comienzan a señalar que si el periodismo de calidad solo se hace accesible para aquellos que puedan pagar una suscripción, entonces se corre el peligro de afectar el derecho a una información de calidad a un gran sector de la sociedad. Las conclusiones del Congreso de Periodismo Digital 2020 de Huesca lo plantearon de manera clara: "el periodismo se ha convertido más que nunca en un servicio esencial. El pago por contenidos tiene el riesgo de convertir la información de calidad en un lujo al alcance de unos pocos, mientras que los demás se alimentarán de información basura" (link).

Es decir, las suscripciones son el espacio de los grandes medios y de las marcas reconocidas. Pero la Internet y los dispositivos móviles han permitido en primer lugar la multiplicación de propuestas periodísticas. Y en los últimos años, las más innovadoras han venido del sector de los medios nativos digitales independientes.

Por eso hoy los medios más pequeños, aquellos que no forman parte de las grandes corporaciones y que no tienen la alternativa de cobrarle al lector, se convierten en una verdadera opción informativa para un amplio sector.

Y son justamente esos medios los que son capaces de avanzar con ideas más novedosas e interesantes.

El profesor Alejandro Rost de la Universidad del Comahue hizo hace algún tiempo un listado de los medios más innovadores de Argentina (link). Y en el listado estaban muchas de esas iniciativas digitales de los últimos años, que han logrado captar la atención por el estilo y diferenciación.

Cenital, Chequeado, Red/acción, DiarioAr y Filo eran algunos de los mencionados. Cada uno de estos compite con los grandes medios para captar público, y cada uno con mayor o menor éxito experimenta con diferentes vías de generación de ingresos.

3-Los jóvenes consumen periodismo (y están en búsqueda de propuestas nuevas)

Por último cabe rechazar la idea que dice que los más jóvenes no se interesan por la información, o que no generan lazos fuertes con los medios o que no leen textos y notas largas. De a poco esas afirmaciones comienzan a caer con fuerza.

Se trata de una generación que creció cuando ya estaban generalizados los celulares con acceso a internet y cuando las noticias, como materia prima gratuita, se repetían en innumerables espacios, y por eso ahora comienzan a valorar las fuentes confiables y el periodismo en profundidad.

Los centennials se informan por canales de YouTube, a través de referentes en plataformas como Twitch, por redes sociales como Twitter, TikTok o Instagram, o a través de Podcasts. Pero en paralelo están muy atentos a propuestas periodísticas integrales (medios) que se adapten a su época.

Hace algún tiempo descubrí con sorpresa el marcado interés de una joven estudiante hacia el sitio FiloNews. Una propuesta orientada hacia el público juvenil, con notas breves y largas y con una oferta en video y redes de gran calidad. La mencionada alumna poseía un lazo tan fuerte con el mencionado medio, igual al de aquellos lectores cautivos de un diario en papel de décadas pasadas.

Alejado de los grandes conglomerados de medios, FiloNews logró desarrollar una iniciativa adaptada a las nuevas generaciones. Y presenta un ciclo de entrevistas (Caja Negra), con duración promedio de una hora, que obtiene cientos de miles de vistas (link). Y un anfitrión, Julio Leiva, que seguramente será inspiración para muchos futuros jóvenes periodistas.

Tal como señalaba una de sus editoras, Mariana Carpovich hace algún tiempo entrevistada por Mauricio Cabrera (link), las notas más breves son las más leídas; pero de a poco los artículos más extensos de FILONews ganan una mayor cantidad de visitas. Y así como la propuesta de entrevistas triunfa en un público que no mira TV, a la hora de buscar buena información en temas sensibles, los artículos extensos se posicionan bien.

Un relevamiento que se puede ver en el gráfico que expone el siguiente twit (link), señala que los jóvenes de 16 a 24 años acceden a la información en un 77 por ciento a través de las redes sociales. Siguen la TV y el diálogo con familiares. Sin embargo el cuarto lugar lo ocupan los medios digitales y periódicos con 24 por ciento.

Ese porcentaje de los más jóvenes que consume medios de comunicación será el público objetivo de cualquier propuesta periodística, y aquel que debe crecer para darle perspectiva y potencial a la actividad.

Para concluir, cabe repetir: los medios grandes aún pueden ser un buen negocio y poseen enorme potencial para los años por venir. Pero por fuera de ese partido de unos pocos jugadores, hay otra carrera que es la de los medios digitales independientes con propuestas diferentes y novedosas. Opciones que pueden llegar a captar a ese gran sector, que son los jóvenes de hoy, y que están en búsqueda de alternativas informativas confiables y adaptadas a estos tiempos.

Por Sebastián Di Domenica