Parece un ovillo con patas. Una pelusa fantástica. Un cosmos pequeño blanco y acuático. Es, en verdad, un ser llamado turritopsis dohrnii. O, su nombre más popular que acaba de recorrer el mundo la última semana: la medusa inmortal. Este bichito pude ser la clave para que los científicos entiendan las bases del envejecimiento celular y sobre todo de como revertirlo. Ungrupo de invesigadores de la Universidad de Oviedo, en España, tras mucho probar, han logrado descifrar el genoma de la medusa mortal. Y creen que es un paso decisivo en el largo viaje hacia el rejuvenecimiento.

Ahora bien, eso no implica que se abra la puerta a la inmortalidad. “La inmortalidad no es posible, pero sí lo que se llama amortalidad: la capacidad de estar vivo de manera indefinida”, dice  en pocos días fueron testigos de como las medusas volvían su etapa inicial de pólipos, y vuelta a empezar la vida.

El entusiasmo inicial de los científicos trae a tono otra pregunta: si ya somos muchos en este planeta, ¿qué vamos a hacer cuándo los ancianos estén cada día más jóvenes? Qué va a pasar en las empresas donde el jefe será un jefe eterno agarrado a la silla. Y los reyes gobernarán por siglos y siglos.

¿Qué invento sacará de la galera la naturaleza para eliminarnos de la faz de la Tierra y devolver al equilibrio, la biodiversidad y la paz en el mundo? Si la medusa inmortal supiera lo que le espera en un mundo de humanos que no mueren más, gracias a proporcionarnos el secreto de su eterna juventud, se tomaría cianuro y se extinguiría de inmediato.