El cinco por ciento de los adultos en este mundo está triste. Muy triste. Está lisa y llanamente deprimidos. Medicados quizás. Algunos están muy medicados y de tan tristes no pueden dormir. Algunos como esta mujer norteamericana, que trabajaba en tecnología, estaban tan depres que pensaba cada dos por tres en desviar su auto de la ruta y dejarse morir en el pantano. Había probado con decenas de psicotrópicos y nada. Hasta que un grupo de científicos de la Universidad de Califronia en San Franciso, le dieron un tratamiento novedoso: un marca pasos neuronal. ¿En qué consiste? Básicamente detecta las conexiones que llevan al bajón y los nuetraliza con onda eléctricas que encienden otras redes neuronal. O, por decirlo así, bloque los pensamietos negativos y los riega de felicidad impulsa eléctricamente.

¿Parece del futuro? Lo es. Pero sucede hoy en día y es la primera prueba de este tipo de ensayos de la neurociencia que abre un debate profundo en el campo de la psiquiatría. Pues, sin ir más lejos, ¿está bien bloquear la tristeza y los pensamientos negativos? ¿Podremos vivir en una nube de impulsos eléctricos que nos empuja a ser medianamente felices o al menos no arrojarnos al pantano?

En eso anda ahora la psiquiatría. Y es un debate que va a traer mucho eco. Porque, en definitivo, ¿no será que la tristeza y los pensamientos negros cumplen también una función en el equilibrio natural de nuestro bocho? ¿Serán como el estiércol que impulsa a que las flores crezcan con más energía?

Por su parte, la mujer norteamericana que ahora anda con el primer marca pasos neuronal del mundo, anda, claro, de lo más feliz. Dice que es la mejor versión de ella misma. Y recomienda tener el aparatito para que ver la vida color de rosa.

¿Hasta dónde llegarán las neuro ciencias? ¿Nos podrán eliminar a la larga recuerdos completos? ¿Podremos jugar con nuestro cerebro como si fuera una película y nosotros los editores? ¿Agregaremos, en un futuro, cosas nuevas allí con tal de hacernos la vida más llevadera?

Es asombroso como cada día la vida, se parece más a las películas de ciencia ficción. Y, si mal no recuerdo, por un motivo u otro en todas esas películas las cosas, lamento decirlo, aún cuando pintaba todo paz y amor, en breve iban de mal en peor. Que Dios nos ayude.