“En tanto -dice Marita en la nota ‘Telefé y Canal 13, en alerta máxima’- el cable avanza sin pausa, 'robando' audiencia del ABC1 (la de mayor poder adquisitivo) porque hay gente de clase alta que opta por no ver la televisión abierta. Elige el cable u otros sistemas: videos o DVD. Basta analizar el encendido que sumaron los cinco canales de aire en mayo y junio: apenas 39.9 puntos. No llega ni siquiera a la mitad de los posibles televidentes. Esto delata una tendencia peligrosa que los jerarcas de programación parecen no querer advertir”.

Una pena que la nota no haya ahondado en cifras que apoyaran la tesis de la tendencia. Fui entonces al sitio Televisión.com.ar en donde figuran los ratings mensuales históricos. No están discriminados por segmento de audiencia, así que lo que obtuve fue la cantidad total de rating conseguido por los cinco canales de televisión abierta.

La conclusión que puede sacarse es ni tanto ni tan poco.

Tomé el mes de junio de los últimos cuatro años. Este es el resultado:

Junio de 2004: 41.1
Junio de 2005: 43.0
Junio de 2006: 43.4
Junio de 2007: 38.9

Algunas lecturas.

El promedio de junio de este año es efectivamente menor pero parece una preocupación desmesurada decir “no llega ni siquiera a la mitad de los posibles televidentes”. No se llega a esa cifra: la gente, además de mirar televisión, hace otras cosas.

Sí parece evidente una marcada caída en los niveles de encendido. Con lo que se produce, la paradoja es que cada vez se habla más de algo que cada vez hay menos: rating.

Es probable que el mes de junio de 2006 esté algo inflado por la presencia del mundial de fútbol. Pero en junio de este año estuvo la Copa América, con picos de rating que superaron los 50 puntos (tema del que le preguntaron hasta al técnico de la selección de fútbol que ¡tenía el dato!).

Varios puntos menos de rating en pocos años hablan de un nuevo escenario mediático, con el afianzamiento de la televisión por cable y las nuevas fuentes de entretenimiento (dvd, internet, etc). La televisión parece tener respuestas obsoletas para los nuevos desafíos. El tema está planteado: hay que ver ahora cómo se responde.

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