LAS CINCO DIFERENCIAS ENTRE SHOWMATCH Y LOST
Los problemas de la copia

Promo Showmatch LostPor: Julián Gorodischer. ¿Cómo versionó Tinelli a Lost? Comparando la foto promocional de la serie más representativa de estos tiempos (por lo de “náufragos económicos transnacionales”) con la que anuncia la temporada ‘09 de Showmatch se obtiene no sólo un juego de las 5 diferencias sino un modo de entender la copia, no como réplica sino como versión libre de trazo grueso e impronta local:

A. Donde Lost exhibe a sus náufragos recién bajados del avión con ropa común de calle, las huestes de Showmatch se presentan con su ropa raída: camisas y remeras que perdieron sus mangas y fueron tajeadas como corresponde a una decodificación fácil y rápida de la imagen de náufrago, sin bastar con que el conjunto se exhiba en escenario de playa, con avión partido al medio como fondo. El modo de la copia es una versión libre que tiende a la simplificación (el náufrago como un desarropado y el avión partido, donde Lost mostraba sólo una fachada lateral).

B. ¿Por qué habría convenido una réplica a una versión libre? Variar ostensiblemente la disposición de los personajes, no enlazarlos con Hurley o John Locke, no favorece la superposición que daría interés a la propuesta de cotejarlos. La variación de la pose colectiva –respecto del original- y la nueva disposición en escenario de costa ribereña no ayuda a la parodia ni tampoco al homenaje; genera un híbrido –como se dijo- facilitador de lectura que pierde automáticamente con la composición más armónica de la foto de Lost.

C. Sólo Tinelli se reserva la posibilidad de una máxima cercanía con el original, reproduciendo la estampa y el vestuario (en vez de quitar o variar suma un saco al look del doctor Jack) y mantiene hasta el aspecto y forma del rasguño facial. Que el líder del programa se refleje en otro líder, que asuma para sí la comparación con el ser virtuoso y carismático de la serie quita más de lo que aporta; si se hubiera medido con un antihéroe, un perdedor o un personaje secundario habría dramatizado los matices de una relación ambigua, no tan lineal y automática como la que se desprende de las fotos.

D. La relocalización también se propone de la manera más obvia: desde el paisaje. El fondo de río marrón, la playa plana y terrosa en vez del mar azul y la arena blanca del original sumado a la condición casi homogéneamente masculina del plantel conforman el aporte de cultura criolla que propone esta versión: donde el original de Lost mantiene la estampa urbana trendy en contexto inadecuado (y crece en el contraste), la tribu de Tinelli expresa el signo harapiento de quienes pudieron haberse empobrecido, terminado ahí por falta de opciones, acá nomás, en la otra orilla del río. El trazo grueso del pasaje del original a la copia (del mar al río oscuro, del náufrago cool al harapiento, del confín al otro extremo del gran charco) alcanzan solamente para una caricatura que deja a los simulacros de la serie a cargo de sus fans, en Youtube, como réplicas perfectas.

E. Donde Lost idea a su equipo de los sueños como representación de un recorte demográfico realista, Tinelli no hace otra cosa que volver a poner el acento en eso que la televisión vernácula practica sin techo, vorazmente: hablar de sí misma, reemplazando a los náufragos originales por la barra de varones, que con sus manos en los bolsillos y codos trabados, anuncian el retorno de la prepotencia del “gomazo” antes que la indefensión y el pánico cada vez que se presenta el humo negro, “los otros”, los asesinos de Widmore, y todo eso que convirtió al producto de J.J. Abrams en la serie más aclamada del mundo.

Lost

 

 

 

 

 

 

 

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