Televisión

INFLUENCIAS DE RICARDO FORT
La farándula, de fiesta

Fiesta en MardelPor: Julián Gorodischer.  Pasando las páginas de Caras y Gente, un amanecer nublado… Domina la foto en pose: se ve un pacto de cese del fuego, poca escapatoria o romance pescado, escasos paparazzi en contexto de retorno del valor “ostentación” (de propiedades prestadas) que reflota la exhibición de yates y mansiones como en los primeros ’90. Ricardo Fort es el ícono- símbolo de la acumulación no productivista, una reivindicación consagratoria de la herencia ganada sin trabajo. Después de él, proliferan las “fiestas” (“La superfiesta de Mardel: fantástica e inolvidable”, dice Gente en su portada): se los ve con las bocas bien abiertas, lenguas al descubierto, entremezclados en un montón de cuerpos que recrea vagamente a una relación orgiástica. Ella (la vedette Silvina Escudero) se abraza al actor Matías Alé, mientras le coloca la cabeza sobre el hombro al actor Roberto Peña, quien a su vez apoya la palma completa sobre la espalda desnuda de una joven ignota que, al mismo tiempo, pone mano en el pecho de Carlos Perciavalle, que lanza la mano hacia delante sin saber bien para qué (modalidad “mano boba”).

EL MUNDO VISTO POR NAT GEO
Frontera: zona de peligro

Patrulla de la fronteraPor: Julián Gorodischer.  En sus orígenes, la marca National Geographic se planteó el conocimiento general de la geografía y el mundo. Las páginas de su revista mensual, National Geographic, fundada en 1888, propusieron como lema editorial: “Para la difusión del conocimiento geográfico". El apoyo a investigaciones antropológicas y la concepción del mundo como un territorio extraño, así como la exaltación de la idea de viaje, dieron como resultado la consolidación de un logotipo jerarquizado, de consumo calificado, “culto”, alardeado en las encuestas sobre hábitos de espectadores.

SOBRE LA INFORMACIÓN SENTIMENTAL
Obsesiones y omisiones mediáticas

romancePor: Julián Gorodischer.  Cuando promedia el verano, la pantalla queda dominada por la información sentimental, en los programas vespertinos pero también en el noticiero. Esta semana, en todos lados, se escuchaba, leía, observaba: “¡Escándalo! Héctor Ricardo García sacó a la calle la ropa de Anabela Ascar”. Como si siguieran el dictado del estereotipo informativo, como si se vieran guiados por “los calores” de enero, como si hubiera que satisfacer las agendas enflaquecidas de motu proprio, se despliegan más y más pasiones volátiles para colmar una supuesta demanda estacional.

LO MEJOR DEL AÑO
Mi voto va para Mad Men

Mad MenPor: Julián Gorodischer.  Si esto fuera una encuesta (invito a votar abajo) me gustaría darle el primer lugar en el ranking de lo mejor del año televisivo a la tercera temporada de Mad Men, que continúa los valores generales de la serie desde que se estrenó en 2007: sabe dar cuerpo y voz a la década de 1950 también respecto de sus tópicos desterrados (tabaquismo, machismo) por el género de la corrección política.

VIAJANDO POR EL MUNDO CON RICARDO FORT
El poder del dinero

Ricardo FortPor: Julián Gorodischer.  ¡Ah, el dinero! Violeta Lo Re, presentada como la ex mujer de Ricardo, dice que aquel día estaba en su casa, pensando en salir a tomar unos mates al patio, y Ricardo llamó por teléfono y le cambió la suerte: “Te venís a Roma”. “Estoy acá gracias a Ricardo”, dice, como ya reconocieron sus compañeros de viaje, en el remate del solo ante cámara. Fue la única escala en que, en Reality Fort, se incluyó a una mujer. El resto de los episodios se acota al extraño harén de musculosos sometidos a Ricardo. Pero ahora estamos en Roma:

ASCENSO ESTELAR DE JANUARY JONES
Ama de casa refundada

Betty DraperPor: Julián Gorodischer.  Los ídolos de esta temporada son Don y Betty Draper, o Jon Hamm y January Jones. Están generando, en los Estados Unidos, un fenómeno que The New York Times llegó a comparar con la irrupción de Los Soprano. El matrimonio más deseable, intrigante, engañoso, tramposo, obsesivo de la serie Mad Men está logrando algunas cosas insólitas: en la tierra en la que nació la tabacofobia, por ejemplo, donde los juicios a las tabacaleras consumaron una reparación histórica, Mad Men volvió a poner el fumar de moda, literalmente en recientes producciones de moda de GQ y Vanity Fair inspiradas en el estilo de la ficción. Y además devolvió al escaparate de gran tienda al traje de tres piezas, como lucían en los ’60 los publicistas de la Madison Avenue, y por si fuera poco consumó lo que parecía imposible en el ámbito de una serie profesional (desde Grey’s Anatomy a CSI): confianza en las psicologías complejas.

EL PROTAGONISTA DE WHATEVER WORKS, DE WOODY ALLEN
A propósito de Larry David

WHATEVER WORKSPor: Julián Gorodischer.  Este fin de semana pude ver la todavía no estrenada en la Argentina Whatever Works, lo último de Woody Allen. Es un solo a la medida de Larry David, co creador de Seinfeld, brillante monologuista stand up al que su sosías Woody le entrega total libertad de movimientos. Casi –uno podría pensar- renunció a la dirección, a un estilo, reduciendo la trama a casualidades, monólogo a cámara de David, pocos escenarios, romances y situaciones inverosímiles. Nada importa: el personaje lo devora todo, se roba la película dejando a los históricos neuróticos de Allen en una zona light, pintoresca, naif. 

MELANCOLÍA DE LOS VIEJOS LAGARTOS
Volver a V

V Invasión Extraterrestre 2009Por: Julián Gorodischer.  No vean V, la remake, si quieren conservar el mito..., si fue importante para ustedes ver “la 1”. Todo sucede aceleradamente: en el primer capítulo la nave nodriza se deposita sobre el mundo y aparece el rostro gigante de Anna (Morena Baccarin) cuya presencia genera un efecto único: hacer extrañar a su alter ego carismática, la veterana Diana. Cómo paladeamos esa espera en el '83/ '84 cuando se intuía reptil encerrado y se postergaba esa revelación; el día D de algunas infancias fue ver por primera vez al lagarto verde y al extraterrestre recuperando el clímax de su mitología maléfica: se llenó de amenaza, de peligro, de asociaciones al mal universal, todavía durante la Guerra fría, todavía asimilable al espionaje, a ese otro mundo detrás de la cortina de hierro.

LA HISTORIA DE LA TV SEGÚN ULANOVSKY Y SIRVÉN
Nuestra escoria

Que desastre la Tv pero como me gustaCarlos UlanovskyPablo SirvénPor: Julián Gorodischer.  Carlos Ulanovsky y Pablo Sirvén historizan el presente degradado, nuestra escoria en ¡Qué desastre la TV! Es más fácil atacar desde la moralina demagógica, pero aclaran: pero cómo me gusta. En el regodeo está la sinceridad, la parcialidad del autor: un compromiso. Los libros sobre tele venden poco, pero no éste.

CIEGA A CITAS
El blog le hace un bien a la tele

Ciega a citasPor: Julián Gorodischer.  Ciega a citas es mejor que La Lola aunque haya nacido (casting y menciones del guión) con vocación de parásito de aquella. ¡La supera! Inaugura una chick lit inteligente, efectiva…, no esos golem recauchutados como imitación no disimulada del molde Sex & the city. Esto es costumbrismo realista bien documentado: hay muchas situaciones verosímiles. No lo entendió Antonio Gasalla con Más respeto que soy tu madre pero sí lo entiende Gastón Pauls, que produce Ciega a citas: el blog no le sirve al teatro pero sí a la tele. Lo que le falta de crescendo dramático, de nudo, de clímax le sobra de realismo en la representación.