UN PERIODISTA DEL PODER
Lo que Neustadt nos dejó

Tiempo Nuevo: cuando Neustadt y Gronodona compartían programaBernardo NeustadtPor: Luis Majul. La muerte no hace mejores personas a los que dejan este mundo. Y tampoco hará mejor profesional a Bernardo Neustadt, aunque haya muerto en el día del periodista. Neustadt fue un periodista del poder. Siempre cerca de las grandes empresas y de los gobiernos de turno, se terminó de desbarrancar cuando perdió hasta la más mínima distancia con Carlos Menem, el presidente de la restauración democrática que más daño social hizo a los argentinos.

Neustadt convaleciente en la cama de una clínica mientras Menem conducía Tiempo Nuevo es quizá la imagen más contundente para mostrar qué es lo que un periodista no debería hacer.

Su simpatía por la dictadura más sangrienta de la historia, su vidriosa relación con las empresas que lo apoyaban y la sospecha de que cobraba dinero a políticos a cambio de aire en su programa contaminaron toda su carrera, y llegaron a ocultar, con el tiempo, su capacidad para hacer comprensibles los asuntos más complejos.

Neustadt vivió con la obsesiva idea de que casi todo el mundo le debía algo. Suplicaba reconocimiento de sus pares, y quizá no tuvo ni siquiera el mínimo indispensable.

Su muerte marca el final de una época. Un Tiempo Viejo de periodistas cortesanos.

Neustadt deseaba que su lápida dijese: “alguien que ayudó a pensar”.

El nos mostró a muchos algunas de las cosas que jamás debería hacer un periodista.

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