LA PELEA ENTRE EL CAMPO Y EL GOBIERNO
Diálogo ya

Cristina Fernández de Kirchner con dirigentes del campo el último viernesPor: Luis Majul. La penosa imagen del piquetero de choque Luis D´Elía pegándole a un hombre en Plaza de Mayo, y la del paciente que no llegó a tiempo al hospital y murió de un ataque cardíaco porque un piquete de productores rurales en Córdoba no dejó pasar a la ambulancia, son las fotos más impúdicas de un conflicto que está llenando de angustia a todos los argentinos.

Como siempre sucede en la vida, los fundamentalistas de este Gobierno, y también los fundamentalistas de un sector del campo, se creen los dueños de la verdad, y no tienen ni el equilibrio ni el coraje político para escuchar a la otra parte para llegar a un acuerdo.

El Gobierno tiene razón cuando sostiene que las retenciones son un instrumento para evitar que el sachet de leche cueste 12 pesos, el kilo de asado, 45 pesos y el kilo de pan, 10 pesos, pero se trata de una verdad a medias, porque los argentinos no consumimos masivamente soja, y el precio de ese alimento,  no tiene porque ser regulado por las retenciones.

El Gobierno también tiene razón cuando afirma que las retenciones son un instrumento de política económica para redistribuir la riqueza. Lo que no dice es que el dinero que se recauda por las retenciones no vuelve a los pueblos donde se produce leche, carne y soja, sino que se distribuye en base a obediencia política y amiguismo con el poder.

Los hombres de campo tienen razón cuando sostienen que las retenciones móviles le ponen un techo a la rentabilidad, que desalentará la producción, y que resulta casi confiscatorio; pero deberían desalentar los cortes de ruta, porque está generando una disparada de precios y un desabastecimiento que le está saliendo al campo y al país mucho más que el dinero que se negocia hoy en la mesa de diálogo.

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