JORGE LANATA ATACA DE NUEVO
No escarmienta, y eso es bueno

Jorge Lanata en la tapa de la Revista Rolling StoneTapa de Crítica de la Argentina - Número CeroPor: Luis Majul. Me gusta Lanata cuando se pone al hombro un proyecto descomunal, como es fundar un diario. Es el Lanata de la imagen de la tapa de Rolling Stone bajo el título de Toro Salvaje, y se corresponde con su mandato esencial: ir para adelante, aunque te rompan la cara.

Pero me gusta menos -en realidad no me gusta nada- cuando empieza con su muletilla "somos los únicos que lo podemos contar" o la más actualizada, que ensayó en el último reportaje que le hizo la revista Veintitrés; "En la Argentina ya casi no existen periodistas".

Y no es que me disgusta porque sienta que no tiene aunque sea un poquito de razón.

Me molesta, de verdad, porque siento que a esta altura de su carrera y de su vida, no tiene ninguna necesidad de ignorar a otros colegas, para legitimarse una vez más, como si fuera el único y el mejor.

A veces, cuando lo escucho, me hace acordar a Elisa Carrió: es una política honesta, pero se la pasa diciendo que el resto de los políticos son corruptos, como si fuera ella la única que no sucumbió a la tentación de robar.

Todo bien

Con Jorge nos peleamos mal, y después de un tiempo hicimos las paces. Por eso, de alguna manera, estamos más allá del bien y del mal.

Hago esta aclaración, para los que puedan pensar que en las líneas que siguen, quedan las cenizas de aquella batalla desmesurada.

Las heridas han sido curadas, Lanata envió el número cero de Crítica de la Argentina y esto es lo que pienso de este primer ensayo.

1. Tiene información propia, difícil de encontrar en otros medios: Y no solo la tiene. También la "vende" bien. Cuatro ejemplos: la versión de que Scioli le pidió la renuncia a Stornelli, el informe para clientes VIP del Banco Santander que calculó en 22 por ciento la inflación del año pasado y en 25 por ciento la del año 2008; rumor de la posible dimisión del ministro de Economía por sus diferencias con Guillermo Moreno y el acuerdo secreto de Moyano.

2. Es desprolijo y caótico, pero no tiene ninguna importancia: Mezcla títulos con el estilo de Página 12, como el "¡Coño!" de la tapa con otros que parecen tomados de La Prensa de los años setenta, como "Record histórico del precio del oro". No tiene infografías para resumir o aclarar los principales ejes de las notas y las diferentes tipografías lo hacen ver desprolijo. Pero ¿la verdad?. Importa poco. Los que compren Crítica de la Argentina no lo van a hacer por su diseño. Y el caos, a veces, no es tan malo. Sobre todo si adentro de ese desbarajuste existe información y libertad para escribirla.

3. No pierde la sana costumbre de pelearse con otros medios: en la página 11, Crítica de la Argentina, o mejor dicho Lanata, le pega a Perfil, o mejor dicho a su amigo Jorge Fontevecchia, al anunciar: "El fin de semana no te vamos a tapar de papel" (Pero vamos a darte las mejores notas). De paso presenta lo mejor de su material: el panorama semanal de Jorge Lanata, las crónicas de Martín Caparrós, la columna de Miguel Bonasso y "El diario más oficialista de la Argentina".

4. Se dirige a su "tribu" de siempre: Sí, Crítica de la Argentina "le habla" a los seguidores de Jorge. A los que quieren leer sus columnas. Y a los que se detienen en el mismo test de Inteligencia que hacía en la última revista que fundó. Y eso también está bien. Sería una locura que Jorge no hiciera otra cosa que lo que hizo siempre. Primero, porque nadie le creería. Y segundo, porque no le ha ido mal, más allá de cómo les terminó yendo a sus empresas.

De sus últimas experiencias empresarias, Lanata reconoció que aprendió. Y ya anticipó que sólo cobrará un sueldo. Por lo demás, parece estar "hinchado las pelotas" cada vez que le preguntan de donde coño sacó la plata para lanzar Crítica de la Argentina, aunque ya lo ha respondido por enésima vez: de un laboratorio nacional llamado Richmon, de su abogado Pablo Jacoby y de la publicidad que espera tener de diferentes empresas privadas. En este número cero, los que se animaron a poner la marca fueron Telecom, SADAIC, Edesur, Coto, UPCN e YPF.

Lanata ha vuelto. No escarmienta y eso es bueno. Por cierto, no es el único que te la puede contar, pero el diario sacudirá para bien a parte de un periodismo anestesiado por las presiones del gobierno, la autocensura de muchos colegas y la cercanía ideológica de muchos profesionales con Néstor y Cristina.

Bienvenido al infierno. Más allá de los errores, las exageraciones, y la mirada envidiosa del envenenado microclima del periodismo argentino.

{moscomment}