A QUIÉN LE IMPORTA
Las piernas y la cara de Cristina

Tapa de NoticiasPor: Luis Majul. ¿Importa si Cristina no tiene las piernas perfectas? ¿Es un dato a destacar que la presidenta electa haya ordenado al fotógrafo oficial y a los de la agencia TELAM que evitaran retratarla de la cintura para abajo? ¿Es decisivo para analizar cómo será su gestión subrayar la cantidad de horas que utiliza para su cuidado personal o el número de vestidos y de zapatos que tiene?

La difusión en Noticias de la fotografía de Cristina a cara lavada- imagen que apareció por primera vez en Internet y que la revista reprodujo para ilustrar su nota de tapa- es el principal “anzuelo” para vender ejemplares. La periodista que firma la nota usa como argumento para publicar el texto que la foto pasó de simple anécdota a cuestión de Estado, por la supuesta presión que ejerció el gobierno para que no fuera publicada.

La “excusa” no es nueva. Y tampoco es algo nuevo que detrás de esa explicación se presente como información “dura” y “sensible” su relación con los maquilladores, diseñadores, peluqueros y esteticistas que la asesoran.

Casi al final de la producción, más precisamente en la anteúltima de las seis páginas que le dedicó Noticias, además de la tapa, a la obsesión de Cristina por detener las huellas del paso del tiempo en su rostro y en su cuerpo, se menciona la existencia de otras nueve mujeres al frente del gobierno de sus países. Es el único espacio supuestamente “serio” que sirve para “balancear” la aparente frivolidad de la cobertura y darle una pátina de rigurosidad a la catarata de datos personales que tiñen el artículo.

Antes de responder si está bien o está mal presentar el trabajo como una investigación, es necesario aclarar que este tipo de notas “venden más” o son más leídas que cualquier panorama político o el último detalle sobre el caso Skanska.

Por otro lado, también hay que decir que esta polémica no está saldada ni en los círculos del establishment periodístico de la Argentina ni del resto del mundo occidental.

Se sabe que siempre queda mejor descalificar este tipo de notas que no hacerlo. Y que el mercado de consumidores culturales es esquizofrénico; critica a Showmatch y a Gran Hermano, pero lo consume a escondidas, o con la excusa del análisis antropológico. En estos casos, ser honesto es decir lo que uno piensa, más allá de lo que opine la capilla.

Lo que pienso es lo siguiente: no me disgusta Cristina a cara lavada, me disgusta cuando maltrata a la gente, desde los periodistas hasta los subordinados y se pone por encima de todos, porque denota autoritarismo e inseguridad. No me importa que se cambie el vestido cien veces. Me importa que haya mantenido a Guillermo Moreno en la Secretaría de Comercio Interior y a Ricardo Jaime en la de Transporte. No define mi opinión como presidenta que tenga las piernas gordas. Me gustaría saber por qué necesitó y aceptó en silencio tantas irregularidades para ganar la elección.

La nota sobre la estética de Cristina la leo de la misma manera como puedo escuchar la última cumbia de Damas Gratis. Pero sí me importa saber qué va a hacer con la crisis energética, si va a seguir legitimando la manipulación de las estadísticas oficiales y repartiendo el dinero de los argentinos para subsidiar empresas ineficientes y sindicatos insaciables, mientras se llena la boca para hablar de los pobres y los derechos humanos de las víctimas de la represión más brutal de la historia.

Por lo demás, Cristina sin maquillaje me parece más humana y más real.

Cristina sin maquillaje

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