Se sospecha que Néstor Kirchner será el ministro de Economía, Producción y Planifación en las sombras. Se comenta además que continuarán en sus posiciones o en otras de igual influencia Alberto Fernández y Carlos Zanini. Se sostiene cerca del poder que quizá continúe Daniel Filmus en Educación. Y una buena parte de la sociedad entiende que su gobierno puede llegar a garantizar las mismas cosas que garantizó su marido: eso es lo que afirma una encuesta de Poliarquía publicada por La Nación el domingo pasado. (Esa es la razón por la que la van a votar, más que a Elisa Carrió o Roberto Lavagna)

Pero es raro y desconcertante que Cristina gane las elecciones sin dar respuesta a las preocupaciones que tiene la mayoría de los argentinos. Es inconcebible que la sociedad no lo reclame, que los medios no lo exijan y que los dueños de esos medios se queden de brazos cruzados, a la espera de un gesto o de publicidad oficial que sirva para seguir sobreviviendo.

Como dijo el responsable de la red informativa de Onda Cero, por mucho menos que esto, Rodríguez Zapatero o cualquier otro jefe de Gobierno o candidato hubiese sido criticado con mucha dureza, y hubiera perdido votos de manera inmediata.

Qué pena que en Argentina seamos tan sumisos.

Qué tristeza que los medios no tengamos la mínima potencia para mostrar lo evidente y cambiar esta conducta caprichosa e insostenible.

Qué lástima que la opinión pública se conforme con tan poco.

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