TODOS LOS DETALLES DE LA ACUSACIÓN
Tiscornia, a juicio por coimero

Por: Luis Majul. Este es el texto que sirvió como base a la investigación que se presentó el domingo a las 22 horas en Tres Poderes, por América.

El próximo jueves 9 de agosto, el juez en lo Penal Económico Guillermo Tiscornia será suspendido por pedir, a través de su padre, Agustín Tiscornia, una coima de 4 millones de dólares para no condenar a directivos de Codere, una empresa que explota casinos y máquinas tragamonedas en la provincia de Buenos Aires. Si se lo encuentra culpable, después del proceso iniciado por la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura, Tiscornia será removido de su cargo.

A continuación, la apasionante historia de cómo un juez puede transformarse en multimillonario en un país donde el trabajo decente se cotiza demasiado bajo.

Uno y otra

Tiscornia es el mismo que imputó a la ministra de Defensa Nilda Garré como responsable del delito de subfacturación y contrabando agravado de respuestos de armas argentinas a los Estados Unidos. Una investigación de Tres Poderes demostró que la responsabilidad que el juez Tiscornia le endilgó a la ministra es, desde el punto de vista jurídico, irreprochable. En ese mismo trabajo se había anticipado que estaba probado el delito de subfacturación, ya que el cargamento fue valuado en la Argentina en poco más de 6 mil dólares pero, para ingresar a los Estados Unidos, se le puso un precio más razonable, de cerca de 90 mil dólares.

El juicio político que se le incia a Tiscornia constituye uno de los casos más escandalosos en toda la historia de la justicia argentina.

Los ingredientes

El expediente que condena a Guillermo Tiscornia contiene los siguientes elementos:

-Una cámara oculta de una reunión entre un intermediario de Tiscornia y un alto directivo de la empresa Codere. Allí se ve con claridad cómo el enviado del juez le pide 4 millones de dólares para parar la causa contra la empresa y evitar la prisión de varios de sus directivos.

El intermediario de Tiscornia se llama Jorge Bark, es de la provincia de Santa Cruz y tiene un hijo en cuya cuenta pretendía colocar parte da la coima pedida.

El encuentro que registró la cámara oculta sucedió en febrero de 2006 y se produjo en el restaurant Winnery de Avenida Libertador y 9 de julio. El representante de Codere que aparece en segundo plano es el contador Oscar Massabie.

* Otra cámara oculta expone un encuentro en el mismo lugar entre Bark y un alto directivo español que viajó de urgencia a Buenos Aires para continuar las negociaciones. La reunión tuvo lugar el jueves 2 de marzo. El alto directivo se llama Luis Miguel Cabeza de Vaca Nieto y en esa reunión exigió una cita con “el número uno”, para continuar con el simulacro y confirmar que estaba siendo víctima de una extorsión del juez.

-La prueba testimonial del desopilante encuentro, celebrado el día siguiente, viernes 3 de marzo, entre Luis Miguel Cabeza de Vaca  y el padre del juez, Agustín Tiscornia, en el domicilio de éste último, ubicado en Talcahuano 1272, y que se encuentra a nombre de su esposa, María Cristina Salor.

-El testimonio de Enrique Piana, uno de los banqueros responsables del escándalo denominado Mafia del Oro, quien reveló que Agustín Tiscornia le pidió, en 1995, 1.200.000 dólares para frenar una causa contra él por lavado de dinero.

Piana fue considerado culpable en la causa denominada Mafia del Oro. Testimonió ante la Justicia de los Estados Unidos y logró una reducción de pena. Además, se comprometió  a decir la verdad ante cualquier tribunal del mundo para no volver a la cárcel.

La confesión de Piana revelaría que la supuesta asociación entre el Tiscornia padre y Tiscornia hijo para extorsionar a empresarios y vender sentencias favorables, tiene una antigüedad de más de diez años.

-Los resultados de un allanamiento a la casa de Agustín Tiscornia y su esposa María Cristina Salort, en el que se encontró el recibo de un depósito de 1.100.000 dólares emitido por un agente de bolsa que operaba en Uruguay en condiciones de dudosa transparencia.

-Préstamos de Agustín Tiscornia a su hijo que no fueron acreditados en la declaración jurada del magistrado y que le permitieron, por ejemplo, comprar un auto cero kilómetro y mantener una amplia casa en San Isidro, cuyo valor real, hasta hace dos años, era de aproximadamente 400 mil dólares.

El modus operandi

En el escrito, que debería ser incorporado en los anales de la Historia Trucha de la Justicia Argentina, además, se determina:

-Que Tiscornia inició el juicio contra Codere y otras empresas similares de oficio, a partir de una denuncia anónima, que facilitó las condiciones para que el expediente cayera en su juzgado.

-Que junto con el fiscal Miguel Schamun sobreseyó a otros empresarios quienes supuestamente habían cometido los mismos delitos que los directivos de Codere.

-Que envió a distintas personas para ofrecer impunidad a cambio de dinero a la gente de Codere. 

Las pruebas y los diálogos

Más allá de la conversación registrada por la cámara oculta que se ofrece como prueba en el juicio que se le sigue Tiscornia, por cohecho y amenazas, de la lectura del expediente se pueden reconstruir diálogos muy jugosos.

En todos ellos, tanto Bark como Tiscornia padre demuestran que están al tanto de todas las vicisitudes de la causa, desde que empezó, en 2002, hasta el momento en que intentaron la extorsión.

La mesita de luz

El recibo del depósito de 1.100.000 dólares a nombre de Agustín Tiscornia y su esposa María Cristina Salort no se encontró en el baño del ministerio de Economía, sino en la mesita de luz del domicilio particular del matrimonio, después de un allanamiento.  

Allí también se encontró una libreta de direcciones con el nombre y el teléfono de Jorge Bark, el sujeto que por primera vez pidió con claridad el resarcimiento de 4 millones de dólares.

Tiscornia padre le abrió la puerta de su casa a Cabeza de Vaca junto a su exótico perro, lo invitó a pasar al living e intentó también invitarlo a almorzar, abrió una botella de champán para brindar por el futuro acuerdo y después lo amenazó:

-Si el martes a las 12 del mediodía no nos envían una señal de que van a depositar la plata, empezarán a llegar las citaciones, los pedidos de prisión preventiva y cuando todo esto termine Codere perderá la licencia para seguir operando en la provincia de Buenos Aires.

Pero el pago nunca se concretó. Lo que si empezó fue una demanda penal contra Tiscornia en la que se aportaron contundentes pruebas, incluídas las escuchas y las cámaras ocultas aportadas por el estudio del abogado Hugo Wortman Cofre y rubricadas por el fiscal federal Carlos Rívolo.

Fuentes cercanas al juez anticiparon que Tiscornia renunciaría a su cargo para evitar el calvario público y privado que implicaría el desarrollo de su juicio político.

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