Política
Por Luis Majul (Columna publicada en Diario La Nación) Aunque Daniel Rafecas no adelantó lo que iba a hacer ni siquiera a su familia, dos altas fuentes que transitan los pasillos de Comodoro Py y que están vinculadas con la causa vaticinaron que al juez federal no le queda otra alternativa que convalidar la imputación contra la Presidenta por el delito de encubrimiento en el atentado contra la AMIA. La duda que manifestaron es si Rafecas lo hará antes o después del último discurso de Cristina Fernández para abrir las sesiones ordinarias del Congreso, el próximo domingo, 1° de marzo. "Daniel no les presta mucha atención a los tiempos políticos. Está concentrado en la lectura del expediente que le elevó el fiscal Pollicita. De hecho, desde que recibió el escrito ni siquiera se comunicó con él, a pesar del respeto profesional y mutuo afecto que se profesan", me dijo otro fiscal federal con información confiable.
Por Luis Majul. Además de la economía real, solo las muertes trágicas o inesperadas, en la Argentina, son capaces de transformar los ciclos históricos, e incluso afectar los resultados de una elección. Néstor Kirchner lo sabía, y por eso entró en pánico frente a la tragedia de Cromañón, o el asesinato de Axel Blumberg. Su propia muerte, la del expresidente, fue un gran catalizador que produjo varios cambios al mismo tiempo: una enorme empatía a favor de Cristina Fernández, la abrupta desaparición de todo lo malo que contenía el nestorismo y la percepción de que el gobierno, después de todo, había hecho muchas cosas buenas. Es verdad que además de todo eso, la economía, en octubre de 2011, gozaba de buena salud, y el consumo alcanzaba los picos más altos desde 2003. Pero la muerte de Kirchner le permitió a la presidenta ganar con más del 54% de los votos.
Por Luis Majul (Columna publicada en Diario La Nación) Alguien, cuanto antes, debería decirle a la Presidenta que la multitudinaria y estruendosa Marcha del Silencio no fue contra ella sino que pasó "por encima" de ella. Que la manifestación fue y es tan trascendente que reducirla a una pelea entre el Gobierno y la oposición no sólo la deja "fuera de escuadra", sino que la empequeñece todavía más. Alguien debería decirle que abandone ya la paranoia de Carta Abierta y la delirante idea del golpe blando, el supuesto intento de desestabilización o la sospecha de que fuerzas oscuras y poderosas quieren terminar con el kirchnerismo. O con el cristinismo. Los que están terminando con el cristinismo, el kirchnerismo y el Frente para la Victoria como proyecto político durable o sustentable son el pequeño círculo que la rodea y todos sus repetidores.
Por Luis Majul. La Presidenta encubrió e intentó desincriminar a los ocho sospechosos iraníes acusados de volar la AMIA y asesinar a ochenta y cinco personas. Lo hizo al impulsar un memorándum de entendimiento cuyo objetivo era mejorar la relación política y económica con Irán. Ella es responsable, porque interfirió en un juicio abierto donde aquellos sospechosos iraníes todavía no habían declarado y pendían sobre sus cabezas las alertas rojas de Interpol. Que la orden de la Presidenta de firmar el memorándum se haya transformado en ley no la hace menos responsable, sino todavía más. Porque habría impulsado una ley abiertamente inconstitucional. La Presidenta, quien en su momento declaró como testigo en la causa AMIA igual que Jaime Stiuso sabía que uno de los sospechosos, el exagregado cutural en la Argentina, Moshen Rabanni, fue registrado como uno de los presuntos responsables del atentado contra la AMIA. Rabani había preguntado, meses antes del atentado, por el precio de una trafic, en una concesionaria de la Ciudad de Buenos Aires de la calle Juan B. Justo.
Por Luis Majul (Columna publicada en Diario La Nación) Una encuesta privada y confidencial puso en estado de alerta a la presidenta Cristina Fernández y a Daniel Scioli, el candidato del Frente para la Victoria con más chances de sucederla.
Por Luis Majul. La Presidenta Cristina Fernández intenta bloquear una nueva ofensiva judicial y política que la afectaría gravemente en lo que queda del último año de su gobierno. A partir de hoy mismo pondrá en marcha una serie de anuncios cuyo objetivo primordial es borrar de la agenda pública el caso Nisman y evitar que le estallen en la cara las próximas decisiones judiciales que la involucran a ella misma y a otros funcionarios de su gobierno. El calendario la condena. Antes de que termine el mes de febrero la Cámara Federal va a confirmar la acusación y el procesamiento del juez Ariel Lijo al vicepresidente Amado Boudou y al resto de los involucrados en la causa Ciccone.
Por Luis Majul (Columna publicada en Diario La Nación). La muerte de Alberto Nisman, además de poner a la Argentina patas para arriba, demostró hasta qué punto el Gobierno en general y la Presidenta en particular parecen funcionar como una secta. O como un grupo de fanáticos ajenos al impacto colectivo que tuvo la desaparición física del fiscal que imputó a la jefa de Estado y a su canciller como encubridores del atentado contra la AMIA. Da la sensación de que a los servidores de Cristina Fernández no les basta con apretar a jueces, fiscales, empresarios y periodistas. Ni siquiera les alcanza con negar la realidad. Ahora también se burlan de ella -de la misma realidad- mientras buscan desesperadamente levantar sucesivas cortinas de humo para que el caso Nisman y su denuncia desaparezcan de la agenda pública.
Por Luis Majul (Columna publicada en Diario La Nación) La Presidenta es más responsable que víctima de la muerte del fiscal Alberto Nisman. Ella no disparó el arma que lo mató y es impensable siquiera que haya impartido la orden de hacerlo. Sin embargo, el Estado que ella preside no lo custodió como debía. La jefa del Estado no insultó ni descalificó a Nisman antes de su muerte, pero mandó a hacerlo a sus voceros o, en todo caso, autorizó una andanada de agresiones que bien pudieron afectar el ánimo del funcionario público, horas antes de su presentación en Diputados.
Por Luis Majul. Al fiscal Alberto Nisman lo asesinaron, se mató o lo obligaron a quitarse la vida. Es la primera conclusión lógica que se puede sacar a horas de este conmocionante hecho, mientras se aguardan las pericias que confirmen lo que sucedió. Nisman no tenía los rasgos de un suicida. Siempre fue vehemente e intenso, pero gozaba de buena salud y parecía dispuesto a enfrentar, hoy a las tres de la tarde, a los diputados fieles a la Presidenta, la misma a quien acusó e imputó como presunta encubridora de quienes habrían perpetrado el atentado contra la AMIA.
Por Luis Majul. A menos de un año del cambio de Presidente, hay un triple empate. Por eso la competencia electoral 2015 será para alquilar balcones. Y el papel de gran electora que protagonizará Cristina Fernández hará la disputa todavía más apasionante. Según dos de las encuestadoras que menos se equivocan, están empatando con entre un 20 y un 25% de los votos Mauricio Macri, Daniel Scioli y Sergio Massa. O Scioli, Massa y Macri. O Massa, Macri y Scioli. O el orden que le quiera poner el lector. La cuestión es que el margen de error técnico puede cambiar la posición de uno y de otro. Y la otra cuestión importante es que Scioli se mantiene en los mismos niveles de siempre, que Massa bajó desde que ganó las últimas elecciones pero detuvo su caída y que Macri es el único que crece, pero su aumento en la intención de votos es con cuentagotas. ¿Eso significa que el jefe de gobierno de la Ciudad está cerca de ganar las elecciones? No. Solo indica lo que pasa hoy, y no mucho más. Como se sabe, en la Argentina, las elecciones presidenciales se ganan o se pierden por el ánimo imperante de tres o cuatro semanas antes de la fecha de los comicios. Y el ánimo imperante, en la Argentina, siempre tiene que ver con la situación económica del momento.