PRIMICIAS DE PELÍCULA
Guerrilleros y marcianos

Orquesta RojaPor: Adriana Amado. El año se fue y los medios nos dejan el sabor amargo del caso Pomar. Porque el trágico desenlace de la familia accidentada en una cuneta, sin que la policía haya podido encontrarla a tiempo para socorrerla, nos hace enojar con los funcionarios. Pero no deberíamos olvidarnos que durante los 24 días que duró la búsqueda en los medios se echaron a rodar las más increíbles versiones sobre la desaparición de la familia (narcotráfico y abducción marciana incluidas), sin el menor pudor periodístico. El año también nos trajo una película que nos recuerda otro desquicio mediático, del que deberíamos sacar aprendizajes para éste último y para los que vendrán.

En el Festival de Cine de Mar del Plata se estrenó “Orquesta Roja”, dirigida por Nicolás Herzog, que viene a contarnos la otra cara de las desventuras del Comandante Sabino, ese encapuchado de Crónica TV que cada tanto nos traen a la pantalla los programas de archivo. Seguimos recordando el absurdo de esa guerrilla decadente en un parque de Concordia, y condenamos al personaje que huye oculto tras su pasamontañas. Pero olvidamos, indulgentemente, que el disparate también aquella vez lo armaron los medios.

El 5 de abril de 2000, en Concordia, Entre Ríos, Crónica TV y Radio 10 transmitieron en vivo las declaraciones de un grupo “guerrillero” que anunciaba que se estaba preparando “para entrar en guerra contra el orden establecido”. La noticia se esparció como la gripe A en la agenda periodística, que recordaba otros episodios pascuales con la fotogenia de un grupo de encapuchados que se atribuía atentados y conexiones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Los hechos demostraron que eran líderes de un desintegrado “movimiento piquetero” que con la complicidad de periodistas, actores políticos y fuerzas de seguridad montaron el espectáculo.

La película surge de una detallada investigación que el director y Laura Terenzano presentaron como tesis en la UBA y ofrece una explicación para lo que aparentemente no lo tiene. Parece que en un momento el piquete que había convocado a los medios de Capital decaía y los móviles (como pasó con el conflicto del campo) necesitaban justificar los traslados. “Tenemos que venderles algo para poder salir al aire” pensó Chelo Lima, el líder del grupo y decidió “me voy a poner el trajecito de Comandante para impresionar a estos porteños”. Vestido con camisa Grafa de laburante, “pañuelo rojo en contra de la represión en Cutral-Có y la boina con la estrella en homenaje al Che Guevara” soñó con llevar el mensaje de los desocupados a todo el país, y mostrarle, en vivo, la pobreza de su provincia. Con esa idea, acordó con un movilero (que hoy está en uno de los principales noticieros del país) teatralizar la entrevista en un parque vecinal, que daba monte bravío en cámara.

Crónica TV iba agradecer la primicia imbatible concediéndoles un margen de tiempo para que escaparan antes de que la entrevista saliera al aire. Pero Radio 10 siguió al móvil de su competidor, quiso aventajarlo y transmitió en directo las declaraciones del Comandante. Llegó la policía y de ahí la imagen de la huida que repite todo el tiempo la televisión. Los manifestantes terminaron envueltos en un escándalo que casi los depositó en la cárcel por haber sido acusados de violar el artículo 226 y 226 bis del Código Penal Nacional. Por su parte, Radio 10 fue multada con trescientos mil pesos y Crónica TV con cuatrocientos cincuenta mil por el Comfer, por “no emitir información veraz, objetiva y oportuna”. Los periodistas, como en el caso de los Pomar, fueron piadosamente exonerados por el olvido.

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