/Por: Adriana Amado. Organiza la agenda en función de las apariciones televisivas. Niega el acceso a los periodistas a las conferencias y demás eventos. No quiere hablar con ellos porque descubrió que puede aparecer en los medios prescindiendo de la prensa. Dice que prefiere hablar a los ciudadanos sin intermediarios (leáse, sin otra mediación que la de las cámaras que propagan cuidadamente sus apariciones públicas). Tiene canales exclusivos en internet para publicar sus novedades y usa las redes sociales para difundir sus actividades, sin mostrar interés en dialogar con sus seguidores. Tiene un eficiente equipo de relaciones públicas que difunde profesionalmente hasta el mínimo gesto de gobierno. No, no estoy hablando de ningún mandatario en particular, sino de las características comunes de la comunicación de gobierno de los líderes latinoamericanos. Esa fue una conclusión del Seminario Comunicación de Gobierno en América Latina, celebrado en Montevideo cuando se conocían los resultados de las últimas elecciones locales, que convocó a investigadores de Uruguay, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Argentina. Los trabajos abarcaron cinco años de comunicación de gobierno (2005-2010), con lo cual recorrieron Uribe, García, Correa, Bachelet, Kirchner, Fernández de Kirchner, Vázquez, y algo de Santos, Piñera y Mujica. No deja ser llamativo que existan tantas coincidencias de estilo y recursos en personalidades que podrían suponerse diferentes.
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