PERIODISMO, ESCRITURA Y ENCUESTA
Sobre el trabajo

Tapa libro Rafael BarrettPor: Juan Terranova. El número 34 de El Interpretador quedó realmente muy bueno. Esta vez el tema es “El trabajo”. De entre la andanada de trabajos monográficos, lo primero que leí y rescato es la viñeta Preferiría no hacerlo (Para una épica de la fobia al trabajo) de Ricardo Strafacce. También hay que señalar una excelente entrevista a Leonidas Lamborghini preparada por Santiago Llach y Malena Rey. Pero, sin duda, lo más importante del número es una magna encuesta a escritores argentinos contemporáneos de todas las edades con más de cincuenta colaboraciones.

La encuesta

Coordinada por Diego Cousido, la encuesta implica las respuestas a  tres preguntas fijas sobre cómo se escribe, cuánto tiempo se le dedica a la escritura, que se lee mientras se escribe, y así. La serie permite constatar que, cuando a los escritores se les pregunta si viven de la literatura, lo que sale a desfilar es una larga serie de enlaces preposicionales. Ellos no viven “de” la literatura, porque sus libros, por lo general, los compra un reducido grupo de lectores, pero eso sí viven “para, por, según, sobre, tras” la literatura. Por supuesto, el corpus está plagado de lugares comunes, pero también hay algunas observaciones que vale la pena leer: “Todos los escándalos del "mundo literario" siempre tienen que ver con la relación equívoca que la literatura mantiene con el dinero” dice con lucidez Alan Pauls. También hay algún que otro exabrupto simpático, como el de Cozarinsky que dice: “Mis medios de subsistencia son asunto privado y no los voy a exponer delante de lectores que no conozco. Apenas si están al tanto de ellos mis amigos íntimos...”. 

Subsistencia

La segunda pregunta del cuestionario “Si tuviera que comparar el trabajo de escritura con otro oficio ¿con cuál sería y por qué?” depara sorpresas. Las analogías, la mayoría de las veces arbitrarias, hablan con bastante precisión sobre cómo concibe cada autor su trabajo. Martín Kohan es el más honesto cuando escribe: “Algo debe tener del oficio de artesano, si es que imagino bien lo que es el oficio de artesano”. El resultado general de la encuesta es una buena descripción del campo intelectual argentino, y, atención, no sólo de sus condiciones de existencia material. En la forma de entender el trabajo se entienden también los posicionamientos estéticos y políticos más rígidos.

Rafael Barret

Cuando, extenuado después de haber recorrido El Interpretador 34 de punta a punta, apagué la computadora, me puse a hojear A partir de ahora el combate será libre una recopilación de artículos de Rafael Barret editado por Madreselva. El título es enigmático y potente. Y Barret, sin duda, es un personaje interesante en la constelación de la escritura anarco-periodística del litoral. Nacido en España, a principios de 1876 y muerto en Francia a fines de 1910, como dice el Wikipedia, “desarrolló la mayor parte de su producción literaria en Paraguay”, a tal punto que se lo considera parte del corpus paraguayo. ¿Fue un “exponente de un vitalismo que anticipa de cierta forma el existencialismo”? No lo sé, es probable. El segundo texto de la antología se llama “Vagancia” y empieza así: “Acostumbrado como estoy a los horrores de la democracia, no me ha sorprendido que se haya encarcelado a las ciudadanas Lorenza y Lucía Arce, por el crimen de descansar”. El artículo es un poco ingenuo, pero se deja leer. Anticipa de forma tangencial la idea de “tirarse a muerto” de la que va a hablar Arlt en sus aguafuertes. Creo que el periodismo permite esos lujos; los proyectos solistas de los escribas aislados, no tanto. Pero quizás sean prejuicios.

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