Por Juan Terranova. Lunes. Me gustaría escribir sobre la revisión del humanismo que hace Joyce, la ironía con la que lo trata. Lo encuentro bastante similar al proceso de descomposición, metonimia y deconstrucción al que lo somete la web. Ese pobre humanismo moderno, hijo de la ilustración, logró muchas cosas pero siempre se vendió a sí mismo por un poco más de su valor.
Lunes, más tarde. Un libro te puede esperar cincuenta años en un estante mientras que los links de hace cinco años ya no llevan a ninguna parte. Comprobar esto no hace más que asegurar una larga convivencia entre la materia de los libros y la energía de las pantallas.
Martes. Encuentro en la web un óleo no del todo conocido de Dalí. Se titula: El enigma de Hitler. Al parecer lo pintó en 1939. Leo: “La mística hitleriana desde un punto de vista de lo irracional nietzscheano y anticatólico.” Dalí se confiesa así sobre el cuadro: “Yo estaba fascinado por la espalda blanda y rolliza de Hitler, siempre tan bien fajada dentro de su uniforme. Cada vez que empezaba a pintar la correa de cuero que, partiendo de su cintura, pasaba al hombro opuesto, la blandura de aquella carne hitleriana, comprimida bajo la guerrera militar, suscitaba en mí tal estado de éxtasis gustativo, lechoso, nutritivo y wagneriano que hacía palpitar violentamente mi corazón, emoción tan rara en mí que ni siquiera me ocurría haciendo el amor.”
Martes, más tarde. “A los 74 años de edad, Charles-Valentin Alkan, apodado el Berlioz del piano por Hans von Bülow, fue encontrado muerto el 30 de marzo de 1888, aplastado por su biblioteca.” Morir aplastado por libros el mismo año que murió Sarmiento en Paraguay... Al menos fue su biblioteca y no una biblioteca ajena. Luis Boullosa me pasa este párrafo, pero no consigna el autor: “For many years it was believed that Alkan met his death when a bookcase toppled over and fell on him as he reached for a volume of the Talmud from a high shelf. This tale, which was circulated by the pianist Isidor Philipp, is dismissed by Hugh Macdonald, who reports the discovery of a contemporary letter by one of his pupils explaining that Alkan had been found prostrate in his kitchen, under a porte-parapluie (a heavy coat/umbrella rack).” La refutación de la leyenda me suena más melancólica que la tragedia irónica. Y al mismo tiempo, de la biblioteca al paragüero no hay tanta distancia, al menos en París.
Miércoles. Hoy, marcha feminista y multitudinaria en el Congreso. Mañana helicópteros, dinosaurios, violencia y una mujer desnuda.
Jueves. Leo un titular: “En el día de #NiUnaMenos mató a su hija, hirió a su mujer y se suicidó.” El artículo en sí dice: “Un hombre mató a puñaladas a su hija adolescente, intentó asesinar a su mujer que se encuentra internada en grave estado y posteriormente se suicidó en una plaza de la localidad correntina de Curuzú Cuatiá en el mismo momento en que se desarrollaba en esa ciudad la marcha contra los femicidios y la violencia hacia las mujeres.” Otro titular: “Mientras le operaban el cerebro, él tocaba la guitarra.”La nota dice: A un hombre de 33 años le extrajeron un tumor del cerebro. Y, a pedido de los médicos, se la pasó tocando el instrumento durante toda la intervención.” Empiezo a mirar el video que provee la nota. No toca especialmente bien así que lo saco.
Viernes. Leo a Alan Pauls. Leo a Wilcock. Leo y releo el diario de María Sáenz de Vernet, escrito en las Islas Malvinas hacia 1829. Después escucho, con bastante atención, a Dmitri Kabalevsky. Kabalevsky fue el que respondió “sí, está bien” a las presiones soviéticas. No se rebeló. Ni mostró incomodidad. Wikipedia anota que “prefirió un diatonismo convencional, ligado al cromatismo y la relación modal mayor-menor.” Al final de su vida incluso elogió al régimen con obras como Los leninistas o Réquiem en memoria de aquellos que murieron en la lucha contra el fascismo. Fue Presidente del Consejo Científico de Estética pedagógica en la «Academia de las Ciencias Pedagógicas de la URSS». Su segunda sonata para piano, sin embargo, suena a la destrucción sistemática del paisaje mental a base de ritmo y contra ritmo. Releo lo que escribí y que una institución se llame “Consejo Científico de Estética pedagógica” me parece pensando para meter miedo.
Sábado. “Go to a gossips' feast, and go with me.”