billete rinoceronte

Por Juan Terranova. Lunes. Encontré apuntes de las clases que dimos donde Robles dice que “Dick es como una religión.” La frase, habitual, me dejó pensando. Dick habla mucho sobre religión e imagina un par bastante completas. El tema es que él no es, no podría ser, una religión sino que, más bien, se nos presenta como un predicador. Y no un predicador secular. Formaba parte de la Iglesia Episcopal. Era creyente, practicaba y predicaba. Sus libros son su largo y apasionante sermón sobre el siglo XX. Desde luego uno va a escuchar la misa, y el talento del sacerdote de turno, su pericia para transmitirnos la palabra del Señor, está encuadrado en el rito y es también una forma personal, limitada. ¿Quién no estuvo en misas donde lo que se decía era intenso y en misas donde el sermón fue poco inspirado y desabrido?

 

Dick en eso tiene un talento, un instinto técnico, una velocidad y un ritmo, digamos un don, que lo hace un predicador sensual y eficiente. Y luego está el tema de Dios en la lengua, en el Logos que él asocia con Spinoza pero hoy ya sabemos que hay mucho más para decir sobre la lengua de lo que dijo Spinoza. Como aparte de católico soy lacaneano, pongo a chocar las ideas de Dick con las de Lacan y siento que algo pasa. La mayoría de las veces gana Lacan, parece estar un paso adelante respondiendo a veces con sorna, a veces con interés genuino y respeto las preguntas que hace Dick. Pero sobre el final el que triunfa es Dick, el que se levanta por sobre todas las astillas de la lengua y su funcionamiento es Dick. Ambos tienen el groove de los tipos que saben lidiar con la lengua. Pero Dick, sobre el final, responde con Dios. Y Lacan solo tiene su remanido secularismo, su ironía, su bonapartismo de psiquiatra francés. La Iglesia Episcopal de los Estados Unidos fue fundada en 1789 como consecuencia de la proclamación de la independencia, Dick es un predicador nuevo, un hombre de fe moderno, que nace con las revoluciones burguesas y la era de las máquinas. Wikipedia dice que el nombre legal del cuerpo corporativo de la iglesia es la “Sociedad Misionera Nacional y Extranjera de la Iglesia Episcopal Protestante de los Estados Unidos de América.” ¿Podemos leer la idea de “misionar” en Dick? Yo creo que sí. Y no me parece un detalle menor que el Libro de Oración Común de la Iglesia Episcopal fuera actualizado por última vez en 1979. Luego, separar mercado y literatura me parece un error epistemológico y casi una falta de respeto. Pasa algo parecido al contrafáctico de Roberto Arlt. “Ay, si no hubiera sido tan bruto, si hubiera estudiado…” No sé, no sirve. Hay algo de consuelo, quizás, de autoexcusa. Como veo a Dick como un tardopredicador cristiano, el mercado y su presión me resultan algo inevitable y nuclear. El predicador es lo contrario del autista, lo contrario de la torre de cristal. El predicador sale a predicar al mercado, a la feria, va hacia la masa, habla en la esquina, puede hacer. como Pablo, un poco de magia, o incluso cantar una canción que no sea sacra para convocar la atención de los viandantes. Como anglicano de california, Dick conocía muy bien estas presiones, esos desafíos. No es difícil imaginarlo como un tipo austero, espiritual, y no creo que haya “escrito para comer.” Él iba hacia ahí. Hacia ellos, hacia los otros. Peregrinaba. Era una elección. Dick iba hacia la feria de las vanidades a decir su verdad que justamente tenía que ver con llevar conciencia sobre algunos procedimientos que opacaban la caridad. Y supongo que con el tiempo el predicador, lentamente, se va convirtiendo en profeta.

Martes. Bárbara Pistoia me manda fotos de billetes con imágenes de rinocerontes.

Martes, más tarde. Reivindicaciones de género: deben hacerse incluso en contra de la lógica formal. Si la lógica formal se opone, será tildada de patriarcal.

Miércoles. Leo el libro de Groussac sobre Malvinas. También hojeo uno de Roudinesco sobre filósofos franceses del siglo XX tan mal escrito que da un poco de pena. Hegel me sigue entreteniendo con su pantano de responsabilidad superyóicas. Festejo y subrayo las partes donde habla de lo negativo y la negatividad.

Miércoles, más tarde. Miro una entrevista que le hizo Fantino a Nicolás Kasanzew en YouTube sobre la guerra de Malvinas. Kasansew habla sobre un libro que salió con sus fotos. Mientras escucho la conversación compro el libro en Mercado Libre.

Jueves. Mavrakis me pasa fragmentos de un artículo que escribe donde cita a Jeremy Bentham. Imagino al joven Foucault leyendo a Bentham por primera vez, comprendiendo lo que puede sacarle y relamiéndose como un gato frente al pescado. Mavrakis me cuenta que Bentham está embalsamado.

Viernes. Hoy pasé a buscar el libro de Kasanzew por un kisoco en Belgrano. Tiene dos páginas rotas. Pero es excelente. Después, leí este titular: “Jeb Bush says 'a tolerant country' should support the right to discriminate.” Otra versión, una más, de las contradicciones del discurso sobre la libertad y la democracia.