SOBRE LA REEDICIÓN DE UN LIBRO |
La vida atormentada de Roberto Arlt |
Por: Juan Terranova. Ya desde el título la tensión entre romanticismo y urbanidad dibuja el perfil del cronista sentimental. La simple preposición "en" indica el extravío y la pertenencia recíproca. La ciudad recibe al cronista pero también el cronista acepta a la ciudad. El sello de bolsillo de la editorial Sudamericana acaba de reeditar El escritor en el bosque de ladrillo, el libro que Sylvia Saítta dio a conocer en el año 2000 sobre la vida de Roberto Arlt, un trabajo ya indispensable en la biblioteca crítica argentina. |
Una narración eficiente
El escritor en el bosque de ladrillo es una biografía tradicional, básica pero no por eso poco inteligente. Más bien al contrario. Acotando su objeto, recurriendo a los lineamientos más estrictos del género, Saítta construye una narración prolija y eficiente que prioriza la información correcta a la pompa o al estilo. (Compárese si no, con Barón Biza, el inmoralista de Cristina Ferrer, especie de biografía pop-kischt). Pero cuando es oportuno, sabe articular una lectura crítica. Saltando por arriba de las teorías que dejan afuera al autor de su propia obra, suma a Arlt en la aventura de sus libros, llegando incluso a compararlo con sus personajes. Su relación con la que sería su última mujer Elizabeth Mary Shine no tiene nada que envidiarle, señala, a la trama de El amor Bruno, su última novela.
Hallazgos
Más allá de un solvente uso de la bibliografía obligatoria pero también de cartas y otros materiales más esquivos, el libro ofrece varios hallazgos que Saítta administra con criterio y hasta bajo perfil. En ningún momento los textos se fuerzan. Las discusiones que Arlt mantuvo con el Partido Comunista Argentino, sus viajes por el mundo, su relación con el campo cultural porteño son tratados con ecuanimidad y sin retóricas falseadas o sobreinterpretativas. Los hallazgos incluyen esta frase en una carta de Arlt a su hija: "Es el amor. Creo poder asegurarte que a Elizabet las patadas la embellecen", pero también que presentó la patente para sus famosas medias de goma justo el 17 de Octubre, pero de 1934. La muerte de Arlt está descripta con el patetismo y la sencillez que seguramente tuvo. La segunda parte de este libro debería incluir las diferentes formas en que se leyó a Arlt y cómo fue cambiando su uso político y estético a lo largo del tiempo. Es un desafío pero acá están las bases para que eso se intente de una forma orgánica, más allá de los excelentes ensayos producidos sobre la figura y la obra de Arlt.
¿El atormentado?
El escritor en el bosque de ladrillo se disfruta de punta a punta, es ideal para reencontrarse con viejas lecturas, despejar dudas o incentivar relecturas. Una vez, ya hace un tiempo, le preguntaron al escultor Pablo Suárez como se definía en una entrevista y respondió: "Más tormentoso que atormentado". En el caso de Arlt es al revés. Pero por eso mismo se trata de una vida intelectual, política y estética que se vuelve receptora, catalizadora y muestrario de, entre otras cosas, buena parte de los invariables históricos argentinos.
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