VAGAN LIBRES POR LAS AUTOPISTAS DE LA INFORMACIÓN |
El blog y su carácter cimarrón |
Por: Juan Terranova. Clarín tuvo que construir una monstruosa jungla digital –y también burocrática– para que algunos blogs crecieran bajo su alero. Así y todo, muchos se secan y los mejores nunca dejan de ser plantas de invernadero. Ahora ADN, cuyo sitio viene planeando sin motor propio y vive de la revista en papel, lanza un blog y lo privilegia ubicándolo en el centro de la pantalla donde antes estaban las columnas de opinión. Aunque el titulo está en plural, por ahora, hay uno solo. Todavía no queda claro si esto es una buena o una mala noticia. |
Una silla de ruedas a la derecha, por favor
La cosa no empieza con el pie izquierdo, más bien lo hace directamente sin piernas. El autor es Daniel Amiano. Hay una imagen suya. ¿Es un doble de Cesar Aira? ¿O se equivocaron de foto? ¿Tengo que decir que hay blogs que actualizan cinco veces o más por día? Con sus primeros tres post en ocho días –un poema cursi, una queja banal y una cita sesuda- De trasnoches y melodías (sic) no levanta temperatura ni para la risa. ¿Y qué es esa foto borrosa que parece retratar las carpas de Mar del Plata fuera de temporada acompañando la viscosidad de las preguntas retóricas en ¿Qué es la poesía? Un amigo me chatea: “ADN tiene problemas con los titulares”. Si fuera sólo eso… En la página principal del sitio, siguen hablando de subastas y millones.
Civilización y barbarie digital
Alan Pauls, el mejor prosista de su generación y de otras generaciones aledañas, señala cada tanto que no le interesa la práctica del blog. Incluso en alguna oportunidad también dijo que le desagradaban los resultados. Esta actitud refractaria es muy significativa. La entiendo como una reedición de la tensión para nada obsoleta entre civilización y barbarie, con todas las aristas y los equívocos que ello implica. (El credo marca que todo documento de cultura es, a la vez, un documento de barbarie y, por poner un ejemplo, recordemos que Quiroga citaba versículos enteros de la Biblia mientras jugaba a las cartas.)
El blog no es un animal doméstico
Mi hipótesis es que los blogs, como las vacas del temprano siglo XIX, vagan sueltos por las autopistas de la información, comiendo el rico y nutritivo pasto de la ciber-llanura. Violentos o ingenuos, llenos de resentimiento, de prosas opacas o frescas, nacen, se agrupan, se arman, se desarman y se mueren. Ningún medio todavía logró domesticarlos, meterlos en caja, faenarlos a gusto, sacarles el cuero y el cebo. Los blogs son, por ahora, el radical libre de la revolución industrial digital.
La diferencia entre salir a comerse la cancha y empezar pidiendo la hora
Es muy temprano, entonces, para sacar alguna conclusión de esta nueva y ¿audaz? movida de ADN pero ¿quién puede solapar el fracaso, tan pero tan obvio de su sección paralítica Qué pasa en los blogs? Como ya se dijo, es una sección semanal de escasos mil caracteres que no actualiza hace más de un mes sobre un artefacto diabólico que se multiplica en permanentes actualizaciones. Por favor, insistir con esto no es mala leche, es marcar cierta torpeza y una incompatibilidad no asumida. Mientras ADN va encontrando su rumbo, su identidad y su público –con los altibajos esperables, pero los encuentra y eso es bueno– su relación con la cultura digital genera perplejidad, distancia y pifiadas de todo tipo. Ahora florece, bastante marchito de entrada, el blog de Daniel Amiano. Como diría Yoda: “Viejo, que la fuerza te acompañe”. La vas a necesitar.
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