UNA PELÍCULA DE LA DÉCADA DEL 90/ |
Diario de lecturas 33 |
/Por: Juan Terranova. Lunes a la mañana. Tony Scott se tiró de un puente el domingo. ¿O fue el sábado? Su entrada en Wikipedia dice que fue el 19, o sea el domingo. Encuentro la noticia repetida al infinito en toda la web. En un portal, alguien tituló: “A los 68 años, el director, hermano de Ridley Scott, se suicidó al saltar de un puente en Los Ángeles”. Podría ser el principio de una de sus películas. El protagonista lee en el diario esa noticia. Está en la redacción de un diario, o en un bar o en una comisaría. Y enseguida se hace la pregunta: ¿Por qué un tipo exitoso, con una buena familia y una excelente carrera, un artesano laborioso y dedicado que muchas veces había logrado ser genial, se iba a matar? Me despierto tarde el feriado. El cielo está nublado. Busco El último boy scout en la web. Empiezo a verla. No envejeció. Bruce Willis en su mejor momento. La escena de apertura con el partido de football abajo de la lluvia. Los diálogos. Todas las escenas me gustan. Y me gustan porque las recuerdo y las recuerdo porque me gustan. Pero la película. Sigo leyendo noticias. “Varias personas llamaron al número de emergencia 911 después del mediodía para informar que alguien había saltado del puente Vincent Thomas entre San Pedro y la Isla Terminal. Un equipo de buzos de la Policía Porturaria de Los Angeles recogió el cadáver de las turbias aguas varias horas después, dijo el teniente Tim Nordquist de la policía local”. Entonces me prometo a mí mismo escribir un cuento, o al menos un humilde artículo, titulado Tony Scott saltó de un puente. Javier Alcácer dijo que en algún momento los críticos iban a empezar a leer la década del 90 a través de El último boy scout. Es una buena forma de elogiarla, de homenajear su peso y su calidad. Mientras tanto, en la Costa Este, Mark Chapman intenta por séptima vez conseguir la libertad condicional. Un feriado raro, entonces, este lunes lleno de tristeza y vitalidad. |
Martes. Ayer fui a una convención de nerds que se hizo en el Bauen. Alejandro Soifer presentaba su libro Que la fuerza te acompañe. Había un montón de gente disfrazada de superhéroes y personajes dela televisión, no solo adolescentes y jóvenes. El ambiente era cien por ciento Chuck Palahniuk. Soifer apareció precedido por tres soldados medievales armados con escudos y picas. Un pregonero gritaba “¡Abran paso al rey de los nerds!”. Un pibito hizo que le disparaba con un revolver de plástico cuando se sentó en su trono.
Miércoles. Me pasé todo el día escuchando El libro de los jardines colgantes que está entero en YouTube. Encontré los poemas de Stefan George en alemán. Las versiones en español muestran que son tan atonales como la música. Copio unos versos.
La felicidad es áspera y severa.
¿Quién podrá darme un breve beso?
Un desierto, desolado y ardiente,
Que absorbe una gota caída
Sin apenas degustarla,
No está tan sediento de llamas nuevas
Como yo.
También me dejó impresionado una noticia que anticipa los juegos paraolímpicos de Londres, un evento que debe ser mucho más interesante y entretenido que los acartonados y correrctísimos juegos olímpicos propiamente dichos. Parece que tres miembros del equipo paralímpico jordano fueron acusados de haber cometido delitos sexuales en Irlanda del Norte. Un titular del diario español El mundo dice: “Los atletas paralímpicos jordanos acusados de delitos sexuales no irán a Londres”. Los “acusados” son dos levantadores de pesas en silla de ruedas -uno de ellos bronce enPekín- y un entrenador. Se especifican más datos. Faisal Hammash, de 35 años, enfrenta a dos cargos por haber supuestamente involucrado a un menor en actividades sexuales. (¿Supuestamente?¿”Un” menor y no “una” menor?) Omar Sami Qaradhi, de 31,está acusado de tres delitos de agresión sexual y uno de voyeurismo mientras que Motaz Al-Junadi, de 45 años, se enfrenta a un cargo de agresión sexual. (¿El voyeurismo está penado por la ley en Irlanda del Norte?) El Mundo dice que intervino el rey Abdalá II de Jordania y “dio garantías”. También para los atletas jordanos, como decía Stefan George, “la felicidad es áspera y severa”.
Jueves. Julian Assange, famosamente preso en la embajada de Ecuador de Londres, dijo que Facebook era “the most appalling spy machineever invented”. La idea de que existe una máquina para espiar me resulta seductora. El problema que tiene la frase es que los espías no sacan cuentas en Facebook. O al menos no lo hacen revelando sus datos personales. Los que estamos en Facebook esperamos ser espiados y somos muy poco interesantes para la CIA. Por otro lado creo que si Assange no fuera un hombre de rasgos armoniosos y mirada irónica, ya estaría preso picando las piedras de Guantánamo.
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