EN UNA MISMA BOLSA DIGITAL/ |
Diario de lecturas (doce) |
/Por: Juan Terranova. Lunes. Leo en el portal español europapres.es este titular: “Unas 135.000 familias sufrirán en 2012 una ejecución hipotecaria”. La nota, muy breve, da algunas cifras más. Pero lo importante es el antiguo miedo pre-moderno a perder tu casa y ser desplazado hacia la intemperie que se siente cuando se lee el artículo. |
Martes. Según Wikipedia, el primero de enero se cumplieron cien años del establecimiento de la República China. No sé qué validez puede tener ese dato. El verbo “establecer”, ¿qué significa? También leo que el 29 de febrero se van a cumplir cien años de la caída de la Piedra Movediza de Tandil. El almanaque ayuda con el bisiesto y seguramente tendremos que soportar insufribles, monocordes y repetitivos informes televisivos sobre este aniversario. Menos conspicuo pero seguramente más importante: al otro día, el primero de marzo, se cumplen cien años de la primera prueba con un modelo experimental de paracaídas. Según la web, el tipo que lo probó se llamaba Albert Berry y fue el primero en saltar de un avión con paracaídas. Todos somos un poco Albert Berry alguna vez en la vida.
Miércoles. Leo el primer párrafo de La intromisión de Muriel Spark, publicado por La bestia equilátera. Me gusta. Está bien escrito, es sugerente, me dan ganas de saber más, de seguir leyendo. Pero pierdo de vista el libro. Mientras lo busco, y como no lo encuentro, el párrafo cada vez es mejor en mi memoria.
Jueves. Me entero que las obras de James Joyce y Virgina Woolf pasan este año a dominio público. La de Rabindranath Tagore también, pero eso es mucho menos importante. (Tagore vino a la Argentina invitado por Victoria Ocampo que seguramente lo mostraba con una mezcla de reverencia exótica y snobismo humanista. Ni ese viaje ni esa situación bizarra me dan ganas de leer sus pastiches.) Como fuere, la noticia habría sido más importante antes de la web. Hoy todos los libros y los autores se sacuden en una misma bolsa digital donde lo que menos determina el acceso es los derechos. Igualmente es posible que el vencimiento de los royalties sobre Joyce y Woolf traiga mejores traducciones. Posible, pero no seguro.
Viernes. Sigo mirando la entrada “1912” de Wikipedia. Me gusta pensar que Kafka fue contemporáneo del Grito de Alcorta. No sé por qué. (Recordemos que el grito de Alcorta fue el nacimiento de la misma Federación Agraria Argentina que hoy sale en los diarios por la sequía y que salió en los diarios por el conflicto con el campo en el 2008.) En 1912, o sea hace cien años, entonces, Kafka preparaba su primer libro de relatos. Quizás algún cráneo pinchado de los que dirigen los suplementos culturales descubra cuando salió el libro y lo celebre invitando a cualquier escritor a decir banalidades o refritar lugares comunes. (El que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Hoy en la Argentina cualquier escritor, por no decir todos, está autorizado a hablar sobre Kafka.) Wikipedia dice que reunió los cuentos “alrededor de noviembre”. Antes sentencia: “En 1912 Kafka toma conciencia de ser escritor”. ¿Cuál es el valor objetivo de esta frase, más allá de un ligero error de sintaxis? (Debería decir: “En 1912 Kafka toma conciencia de que es escritor”.) Tomar conciencia de ser escritor. Qué difícil. Sin embargo, reconozco que hay momentos en que llega una “iluminación”, y entonces se atraviesa un umbral y se piensa “bueno esto sí, ahora sí”. Y no es el momento de publicar, que desde luego es una instancia importante. Eso podría enseñarse, o al menor advertirse, en esas joviales reuniones a las que llamamos “talleres literarios”. Sigue Wikipedia sobre Kafka: “Escribe en ocho horas Das Urteil (El juicio) y a finales de noviembre de 1912 termina de escribir Contemplación (Betrachtung), una colección de 18 relatos que habían aparecido previamente dispersos en diversos medios. La aparición de esta obra le da a conocer como escritor ante la sociedad en general”. La anécdota de la escritura de El juicio es conocida. (Creo que a veces también se traduce como “La condena”.) Kafka comienza a escribir hacia las diez de la noche. A las tres de la mañana siente frío y cansancio, pero no se detiene y cuando empieza a clarear ya tiene un borrador de lo que él considera su primera obra importante. Quizás a esto se refieran los anónimos autores de Wikipedia con “tomar conciencia”. Aunque tal vez se trate del momento en que junta los cuentos de Contemplación. Acá el artículo cae en una bella contradicción, dice que escribe lo que ya publicó. (Lo fácil sería citar a Lamborghini.) A lo sumo terminará de armar el libro, de ordenarlo, de compilarlo, de corregirlo o reescribirlo. Y después está esa otra instancia, la social encarnada en “la sociedad en general”, que seguramente intenta diferenciar el espacio privado de Kafka, sus amigos y colegas, del público lector de la época. Detengo ahí mi lectura digital y recuerdo que hace unos días puse en Twitter que Wikipedia es una red social.
Sábado. En algunos sitios se dice que Contemplación es de 1913. ¿Habrá o no habrá cien años de la “toma de conciencia” de Kafka en los suplementos culturales porteños? Derivando por la web, encuentro que Amerika también es conocida con el título El desaparecido. ¿Por qué? ¿Por quién?
Domingo. Veo, otra vez, Watchmen en Fox. Creo que es una gran película. Una ucronía hermosa, dura y sensible. Alan Moore es un genio. Mariano Canal me dijo una vez que en la frase “Who watches the watchmen?” se puede leer buena parte del siglo XX.
Hipercrítico en Twitter:
http://www.twitter.com/hipercritico
{moscomment}