Martes

Leo en Clarín sobre un incendio intencional en un geriátrico de Pergamino, provincia de Buenos Aires. "Los voy a quemar a todos cuando estén durmiendo" dijo el marido de una empleada del lugar porque le adeudaban dinero a su mujer. Parece que cumplió y seis viejos murieron quemados.

Miércoles

No tengo buenos sentimientos hacia Lanata. Siempre me pareció un tipo inculto, burdo, cuyo único motor era el narcisismo y el egoísmo, un adicto al trabajo anti-intelectual cuyo principal negocio era borrar todos los matices del periodismo. Los libros que escribió me resultaron mediocres, en el peor sentido de la palabra mediocre. Admito que lo supe reconocer, hace mucho, como periodista radial y televisivo. Pero se portó muy mal, de la peor manera, con la redacción de Perfil cuando se hicieron justos reclamos salariales. (Por no entrar en el tema del diario Crítica y sus desplantes infantiles al kirchnerismo.) Ahora su propio ego se lo está comiendo, literalmente, sin metáforas. Eso es al mismo tiempo triste y fascinante. También es una gran señal de alerta. Marina Abiuso le hizo una muy buena entrevista para la revista Noticias. Impresiona como Lanata se quedó afuera de la historia, no tiene más que decir y por eso goza con su autodestrucción y con el escándalo que eso genera. La revista publicó una infografía –sí– donde sobre una silueta oscura y gruesa se señalan la apnea por la que debe dormir conectado a una máquina que le da aire, la obesidad, el tabaquismo, la insuficiencia renal, la diabetes que le diagnosticaron hace diez años. Lanata habla con una indiferencia muy grande de sus tres sesiones de diálisis, de un posible trasplante al que dice temerle por invasivo. Es probable que frente al micrófono su personaje lo salve, es posible que la máscara se active y entonces su cuerpo se llene de vida, pero ¿qué pasa cuando está solo? En un epígrafe de una de las fotos dice que arriba de la mesa tiene medicamentos, fajos de dinero y cigarrillos, como si fuera un mafioso. ¿Se reprimió el que editó la nota de poner que ese catálogo enuncia sus tres grandes pasiones?

Jueves

Necesitaba El idioma de los argentinos para un artículo que estoy escribiendo, así que después de dejar a mi hija en el colegio fui hasta la casa familiar, donde está mi vieja biblioteca. En la edición que manejo de las “obras completas” que publicó Emecé faltan los primeros libros de ensayos que Borges publicó a fines de los años 20. Pero yo recordaba haber comprado la edición de Seix Barral de El idioma de los argentinos. Busqué en la biblioteca familiar y no lo encontré. Entonces mi hermano, que es el único que vive ahí ahora, me dijo que me fijara en su antigua habitación que ahora es una especie de sala de música. En ambas bibliotecas me reencontré con los libros de mi infancia y adolescencia. Una edición del Círculo de Lectores de Los Lanzallamas y otra de Crimen y castigo que siempre, desde que tengo memoria, que están en mi casa. Mis Elige tu propia aventura, los libros Billiken rojos, los negros de Dungeons & Dragons. Todos lo que menciono cuando en alguna enrevista me vuelven a preguntar cuál fue el primer libro que leí. Finalmente encontré el libro de Borges. Después bajé al jardín donde mi hermano había empezado a desarmar un viejo jacuzzi que había quedado olvidado de principios de los 90. “Lo voy a sacar” me dijo. Estaba lleno de basura y sobre la superficie del agua negra se veían larvas de mosquitos. Después volví a casa y leí en minutouno.com sobre Marta Yegorovnam, una mujer rusa, de Petrozavodsk, que dice que tiene un alien en su freezer hace dos años.

Viernes

No cultivo el fetichismo de la tecnología, pero sí de la lectura. Leo en Kindle y me olvido de que estoy leyendo en el Kindle. Después pienso en reescribir “Fundación mítica de Buenos Aires” con los nativos digitales comiéndose a los escritores analógicos. "La máquina domina fácilmente a los tipos rígidos y a los estúpidos" dice #McLuhan en #Contraexplosión.

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