VOCES EN LAS CALLES: LA HISTORIA DESDE LOS PANFLETOS
Una mirada novedosa e interesante

Voces en las calles de Ricardo de TittoPor: Juan Terranova. El historiador Ricardo de Titto compiló volantes y otros materiales efímeros de la historia política y social argentina. El resultado es Voces en las calles, un libro apasionante y complejo que cuenta la vida pública de nuestro país desde un pedazo de papel.

Se acaba de publicar un libro sorprendente en muchos aspectos. Editado por Aguilar, se titula, con acierto, Voces en las calles. La bajada informa que se trata de Los volantes políticos en la historia argentina. Su autor, Ricardo de Titto, seleccionó y compiló el evanescente material empezando desde la primera letrilla argentina -1780, "que llevaba por registro en su breviario la seráfica Madre Teresa de Jesús…"-, hasta los muy recientes reclamos por la aparición con vida de Julio López. En la excelente Carta abierta a los lectores que sirve como prólogo, De Titto escribe: "En efecto, los volantes son la palabra escrita durante los sucesos -seguramente, su vestigio más palpitante- y, como tales, son parte fundamental en las pujas electorales, en los movimientos sociales, en la construcción de los más diversos proyectos y organizaciones". 

Bandos y mariposas

La primera salvedad que habría que hacer a la hora de describir el libro es que De Titto no se limita al soporte "volante", por otra parte, de muy difícil definición. Si lo que se ve como constante en estos materiales es la motivación de llevar un mensaje efímero, por otra parte, el libro se compone de bandos, comunicados, proclamas, manifiestos, hojas sueltas, esquelas, separatas de periódicos, mariposas, obleas, postales, petitorios y fotocopias de artículos que se mezclan, sobre el final, incluso con ilustraciones y textos que circulan por la web. Desde las proclamas patrióticas contra las invasiones inglesas hasta los afiches y almanaques que cantan los logros del primer peronismo; desde solicitadas de las 62 organizaciones hasta los carteles de Tucumán Arde; tomando los comunicados de la Unión Obrera Metalúrgica y las siniestras campañas de propaganda de la última dictadura militar, Voces en las calles se presenta como el entramado de una alfombra artesanal. Lo que registra no es otra cosa que la transformación de lo cotidiano en historia. Su lectura atenta, o desordenada, implica un recorrido hecho a hecho, año a año, y a veces incluso mes a mes, de la vida política y social en la Argentina. 

El coleccionista

Por supuesto, la estructura secreta del libro evidencia la pasión del coleccionista, pero no del coleccionista de arte, el preciosista que junta lo que es concebido como único, sino todo lo contrario. Es el tiempo y el conjunto lo que hacen de esos textos y soportes ligeros y ocasionales una serie sólida y llena de sentido en la que se pueden rastrear los destinos nacionales, pero también la parte pública de la propia biografía. 

Un cuarto en penumbras

Voces en las calles resiste la dura prueba del azar. Abra donde se abra, sus páginas siempre tienen algo para el lector. Las historias que cuentan son muchas. Un buena parte del material remite a condiciones de impresión precarias, muchas veces incluso clandestinas. El cuarto en penumbras con botellas de tinta y pruebas de imprenta en el piso, revisadas por un operario-militante, es parte del mito inevitable. La técnica y la tecnología cobran, en este punto, visos de épica secreta. De Titto deja, así, entrever otra historia: la de las máquinas que hicieron esos volantes que hicieron, a su vez, la historia: "Desde la antigua imprenta de tipos móviles que reinó durante más de cuatrocientos años, pasando por la histórica "cabrenta" y las diversas y planas hasta el siempre trajinado mimeógrafo de esténcil (primero manual; después el reconocido Gestetner electrónico), la noble y clásica Rotaprint (con sistema offset, un poco de agua, un poco de tinta, e inveterado tamaño oficio) hasta las modernas impresiones digitales."   

Lo político y lo privado

Desde hace ya muchos años los historiadores dejaron de trabajar exclusivamente con las fechas de las batallas y los nombres de los reyes y empezaron a interesarse por otros materiales. Voces en las calles es paradigmático en este sentido. Un hombre camina por la avenida Corrientes y alguien le habla desde un pedazo de papel: el mismo hecho enhebra lo político y lo privado. Hace más de diez años voté por primera vez. En la cola, un viejo me sacó charla. Me acuerdo, como si hubiera sido ayer, que hacía frío y el tipo llevaba una gorra de corderoy negra. "No te voy a decir a quién votar, pibe –me aclaró–, pero sí te voy a dar un consejo. Antes de salir del cuarto oscuro, agarrá una boleta de cada partido. Cuando las tengas todas juntas vas a sentir la historia en las manos." ¿Es Voces en las calles imprescindible? No lo sé. Pero seguro es, en la rara clasificación de no-ficción, el libro más interesante que nos dio lo que va de este 2007.