Desde hace algunos días se ha instalado en las redes sociales y en los medios de comunicación un tema fundamental y una asignatura pendiente para lograr el pleno desarrollo del país: la pobreza en Argentina. Los datos reales sobre personas que no alcanzan la canasta básica o que no pueden acceder a una vivienda digna son siempre punto de análisis y polémica. Según el Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina, en los últimos años ha aumentado de manera considerable la cantidad de niños pobres en la provincia. Sin embargo, diferentes funcionarios han minimizado esas apreciaciones y consideran lo contrario. Para conversar sobre la cuestión social y la pobreza en el país, Luis Majul entrevistó en La Cornisa Radio a Daniel Arroyo. El experto en políticas sociales, ex ministro de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires y actual integrante del equipo del Frente Renovador sostuvo que: "La situación social de Argentina ha empeorado en los últimos cuatro años. En primer lugar por la inflación. Hoy la Asignación Universal por Hijo alcanza para mucho menos que cuando se lanzó. Además hay un parate en el crecimiento del empleo y en las changas en la construcción. Es cierto que si se compara con el 2001 o 2003, estamos mejor"
El especialista explicó que para relevar la pobreza de manera correcta se debe pensar en una familia tipo conformada por cuatro personas (dos adultos y dos menores) y establecer cuánto necesitan para alimentarse, transportarse y para cubrir todos los servicios básicos. Ese número marca la línea de pobreza: si están por debajo de ese número son pobres: "El problema de los relevamientos del INDEC es que han tomado precios muy bajos para hacer los índices de costos de alimentos. Entonces han llevado la línea muy abajo y hay mucha pobreza que está encubierta. El otro gran problema es la inflación, que achica las posibilidades incluso de los que tienen ingresos fijos"
Sobre la problemática de la distribución de la riqueza en Argentina, el ex funcionario afirmó que el país sigue siendo muy desigual y que esa es una gran problemática a resolver. En ese sentido analizó que hay tres grandes desigualdades: de ingreso, de educación y de territorio. Según los datos que ofreció, el 10 por ciento más rico gana 22 veces más que el 10 por ciento más pobre: "eso marca un nivel de desigualdad importante y una tensión alta en los grandes centros urbanos". También señaló que hay una brecha muy importante en educación en el nivel secundario: "hay muchas diferencias entre los contenidos que logra aprender un pibe que va a una escuela en malas condiciones de otro que concurre a una escuela privada en mejores condiciones" Por último explicó que existen diferencias territoriales entre las diversas partes del país: "personas que viven en zonas como el noroeste o noreste del país arrancan con menos oportunidades, tienen viviendas más precarias, y empiezan más atrás"
Arroyo reflexionó sobre la situación social en los años de la gestión kirchneristas: "Se puede decir que la última década está partida. Una primera etapa en la que se mejoró mucho y otra que se trabó y finalmente empezó a empeorar" A su vez afirmó que en la actualidad se ha sumado el grave conflicto que genera la droga: "Los barrios pobres son los más inseguros ya que los ricos tienen mecanismos para generar sistemas de seguridad adicional. Eso genera distancia. Y a eso se le agrega la droga. Porque al que vende droga le va mejor que al que estudia y trabaja; y eso genera mucha bronca y tensión, además de desigualdad"
Por último se refirió a las declaraciones de Victor Hugo Morales sobre las villas: "Una persona que vive en una villa lo hace porque no tiene otra opción. Nadie elige vivir con piso de tierra, son cloacas, cerca de un basural o con problemas graves de salud. Si, es cierto que gente que vive en el interior se instala en las villas porque allí tiene mayor acceso a servicios de salud y educación y más posibilidades de changas. Pero no porque viva bien"
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10 de septiembre de 2014