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En su habitual comentario político en La Cornisa Radio, hoy Luis Majul realizó un detallado análisis de las primeras acciones de gobierno de Mauricio Macri. En especial se refirió a la polémica decisión de nombrar a dos nuevos jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz: "Para mi es una decisión de Macri, que está al borde de la ley, pero que al mismo tiempo marca un gran gesto de autoridad. Y existen unas cuantas razones de fondo que explican esta decisión", señaló.

 

Según afirmó Majul: "El gobierno de Macri comenzó con gran intensidad y agresividad. Tuvo un punto de partida abrumador". Y amplió su mirada con relación a las dos designaciones de jueces de la corte: "Macri se puso al borde de la ley para demostrar que tiene los pantalones bien puestos, y que está dispuesto a pasar por encima de las formas y lo políticamente correcto para ejercer la autoridad presidencial"

El periodista relató que esta mañana dialogó con el ministro de Justicia German Garavano, quien le señaló que: "Es una decisión controvertida, pero legítima, legal y constitucional" Majul opinó que la medida es criticable, y que tiene el mismo estilo que acciones de Néstor y Cristina Kirchner: "pero Garavano insistió que es una potestad que le da la Constitución a los jefes de Estado. Y que ya fue ejecutada por Bartolomee Mitre; y por Raúl Alfonsín, quien también nombró jueces federales en comisión, aunque eran encargados de investigar delitos de lesa humanidad" Remarcó que Garavano afirmó que los dos ahora jueces de la corte son constitucionalistas intachables.

Sobre el enfoque político de la decisión, Majul en primer lugar dijo que políticos como Massa, Stolbizer o destacados juristas rechazaron la medida: "Pero Macri le explicó la decisión a su mesa chica. Dijo que lo primero que hizo con esta designación es sacarse de encima la enorme presión de todos los circulos rojos que lo rodean, y que lo presionaban para imponer sus propios candidatos, cada uno impulsado por un grupo de poder determinado. Y luego que así direccionó la presión, no hacia el poder ejecutivo, sino hacia la interna del peronismo y la oposición, porque ahora sus dirigentes están obligados a decidir en tres meses si convalidan las designaciones. Fue como anticiparles la interna. Y en tecer lugar, porque le permite a Macri avanzar antes del próximo año electivo con decisiones estructurales y fuertes, que van a marcar el fondo y estilo de su mandato. Por eso tomó la decisión de no llamar a sesiones extraordinarias, porque eso iba a hacer más lento el ritmo de decisiones que viene tomando. Y que podría confundir su verdadera capacidad de gobernar, con los obstáculos que tuvo Alfonsín al asumir, o incluso los que tuvo De la Rúa"

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15 de diciembre de 2015