SOBRE ALGUNAS SERIES DE  "MÉDICOS" EN EL CABLE
Tres opciones para ver un lunes

Julián GorodischerJulián Gorodischer recomienda. Un hospital y un grupo de residentes de Seattle, el mundo de un cirujano plástico de Beverly Hills y las instancias de la vida de un infectólogo de Nueva Jersey son las temáticas de tres series norteamericanas sobre médicos que se pueden ver los lunes en la televisión por cable, y que se comentan a continuación.

Grey’ Anatomy, los lunes a las 23 por Sony.

El hospital es mirado aquí, por primera vez, desde la posición marginal de un grupo de residentes de la ciudad de Seattle. Grey’s Anatomy transcurre entre el quirófano y la alcoba, y el equilibrio que se logra entre la imagen explícita “del interior” humano rojo shocking y la liviandad de los amoríos, siempre entre una residente ambiciosa y un jefe de área, es justo. Meredith Grey (Ellen Pompeo) no desentona en su protagónico levemente alelado, pero la que sobrevivirá es Katherine Heigl (Izzy Stevens), perfecta en 27 bodas y Ligeramente embarazada y sucesora posible para Julia Roberts.


Dr 90210, los lunes a las 22 por E!

Como informe documental, es desinformado. Y como reality show concibe como única materia a la vanidad personal del doctor Robert Rey, cirujano estético de Beverly Hills. Su mundo es banal cuando se equipara lo doméstico y lo profesional como “ingredientes” necesarios para el hombre pleno, pero igualmente no deja de ser una parada imperdible en la grilla de la TV por cable, si se lo toma como una autoparodia del boom quirúrgico (desde Extreme Make Over, de Sony, hasta El cisne (de Warner). El sujeto payasesco que conduce y opera es una patada a sus congéneres por el lado del “absurdo”.


Dr House, los lunes a las 20 por Universal.

Cómo dejar afuera al personaje que transformó el tono agravado de las fundadoras ER y Hospital general y se enfrentó a grandes tabúes de las series médicas: de Hugh Laurie en adelante se impuso la repulsión a la relación con los pacientes, el maltrato a los subordinados, la resolución del caso como si fuera un enigma detectivesco. En palabras de su protagonista: “Nunca antes había leído algo que mezclara tan ambiciosamente comedia y tragedia devastadora, inspiraciones filosóficas y referencias literarias extrañas en el espacio de cinco segundos. La velocidad con la que cambia de tono es fenomenalmente ambiciosa”. 

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