En el marco del Primer Ciclo de Teatro en Margen del Mundo el viernes 28 de noviembre se presentó la obra Café Irlandés, escrita y dirigida por Eva Halac, que también se podrá presenciar los días 4 y 20 de diciembre. La propuesta aborda, desde la ficción, la historia real de dos grandes periodistas ante un hecho puntual de nuestra historia: la investigación de Rodolfo Walsh y Tomás Eloy Martínez sobre el recorrido y paradero del cadáver de Evita. En diálogo con MdM, Halac señaló algunos de los aspectos más seductores de la obra y sus personajes: "Patricia Walsh me contó que su padre y Martínez iniciaron juntos la investigación para descubrir el paradero del cadáver de Evita con la intención de vender la nota a una revista europea. Entonces sentí que allí había una obra de teatro. Me seducía imaginar a esos dos periodistas jóvenes, en ese instante donde se perfilan destinos y donde se toman decisiones que transforman la vida"

 

Halac remarcó que la investigación no logró los resultados esperados por los periodistas, pero que fue el punto inicial de grandes obras de ficción: "Walsh entrevistó al coronel Moori Kooneig y escribió el cuento 'Esa Mujer'. Mientras que Martínez, muchos años después, escribió la novela Santa Evita. De alguna manera Café irlandés es una ficción sobre los inicios del proceso de creación de esas ficciones. El devenir de esos periodistas en escritores"

La autora también explicó que la obra significaba intentar recrear el clima de época de aquel complejo momento del país: "Me sedujo imaginar al coronel y a su esposa, con todo el imaginario del momento. Porque es una obra sobre los años 60, el origen de las palabras, consignas y formulaciones que estallaron en los 70 y permanecen en el hoy como imagen, discurso, slogan. Textos que percibo escuchados en mi infancia, de la militancia adolescente, de las conversaciones de mis padres. Trabajé con mis emociones, que formaron parte de emociones colectivas"

MdM-¿Cómo se presenta en la obra el lugar del periodista en la sociedad y de esos periodistas en particular?

EH: En la obra aparece el clima de ruptura de la época, donde la figura del periodista romántico y aventurero que se arrastraba del siglo XIX se empieza a desdibujar. Hay discusión y polémica sobre el oficio, pero dentro de una situación teatral. El volumen de los personajes va más allá, los diálogos exponen capas de humanidad. Las palabras encierran subtextos y las afirmaciones se reformulan como interrogantes. A simple vista, Walsh parece ser mas idealista y Martínez más pragmático, son representaciones que utilizo con fines dramáticos, y en el desarrollo de la obra estas imágenes se van transformando.

MdM: ¿Qué características te gustan más de cada unos de esos dos personajes periodistas y por qué?

EH: En particular, se me aparecía ese Walsh recién llegado de Cuba, con toda la música de la revolución latiendo en su cabeza, conviviendo como un Hamlet con la contradicción de ser o no ser, desarrollar su talento como escritor o fundirse en la lucha colectiva, escribir una novela o convertirse en un personaje de ella. Martínez es el prototipo del periodista de la época, extrovertido, intelectual, seductor, lo importante es la nota, comprender las causas de los comportamientos humanos, observarlos, interpretarlos. Ambos tienen a la vez muchos puntos de contacto: son provincianos en Buenos Aires, llevan una carga religiosa, de raíz cristiana, con los valores de sacrificio, bien y mal, en permanente conflicto.

MdM-¿De qué manera se puede reflexionar a través de la obra sobre la realidad política y social de la Argentina actual?

EH: La obra expone una ficción, imagen y sonido de aquella época. En la exposición no hay juicio, hay un lenguaje de aquel tiempo, que es también una manera de pensar. Creo que la reflexión solo puede hacerse con la toma de distancia, y aún así las lecturas son múltiples. Si aparecen resonancias con el presente, será desde una suerte de fantasmagoría poética, como quien se mira a sí mismo desde arriba tratando de salir del laberinto. Quizá genere alivio saberse acompañado en la búsqueda de sentido.

MdM-¿Qué expectativas tenés con relación a exponer la obra en Margen del Mundo y en el marco de una muestra que rinde homenaje a 40 años de periodismo argentino?

EH: La muestra parece buscar espejos, reflejar la historia argentina a través del periodismo. Algo de ese juego también está en Café Irlandés. Desde su estreno vinieron muchos espectadores ligados a la política, al periodismo, a la literatura. Hay quienes lo toman con humor, quienes se enojan, quienes se divierten o entristecen. Margen del Mundo ofrece un marco a la obra para escuchar todas aquellas conversaciones y discusiones con un guiño que encierre toda la imagen en un solo ojo, hasta quedar borrosa y convertirla en un color, una melodía.

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http://www.margendelmundo.com.ar/