Por Cicco. Su disco “Rebirth”, el primero luego de ocho años de silencio, fue considerado uno de los mejores del 2012. No es para menos: Jimmy Cliff tiene 64 pirulos, es jamaiquino original y es el tipo que mantiene viva la llama original del reggae. Nada de rastas y obsesión fija con legalizar el perro. Jimmy canta como quien se desnuda. Y en un rubro donde los mejores han muerto, desde Marley a Tosh, Cliff es el que mejor mantiene ese precioso legado de Jamaica, a salvo de toda moda.

 

¿No lo conocés a Jimmy? Seguro que sí, aunque no lo recuerdes. Tiene una fragilidad desmoronadora para cantar, un tono a la par enternecedor y visceral. “Rebel in me”, uno de sus hits más reconocidos, una balada conmovedora que musicalizó una publicidad del 94 de “L&M” y aún así sigue sonando fresca. “Harder they come (harder they fall)” es un himno a la resistencia infaltable en todo amante del reggae y el tema y título de una peli donde el propio Jimmy tenía un personaje. “Many rivers to cross” es una letanía conmovedora.

Jimmy hizo suyos temas memorables, desde “I can see clearly now” un hit de Johnny Nash hasta “Wild world” ese tema paternal y sobreprotector de Cat Stevens. Y en su úlitmo disco, se permite un cover de los Clash: “Guns of Brixton”.

“El mundo está patas para arriba” canta Jimmy en el primer tema del disco Rebirth, su regreso al estudio, sudado ya grande pero con la voz de un sobreviviente de cuanta guerra haya sucedido en el último medio siglo. Y hay que creerle: el planeta está tan fuera de lugar que la esencia del reggae que antes era de sangre caliente y de venas abiertas, ahora es una marca registrada, un puñado de músicos con rastas de peluquería que le cantan al Jah y a lo lindo que va todo cuando uno se tira en la playa. Farsantes. Que vuelva Bob y los saque a las patadas.

Cómo lo queremos a Jimmy: el hombre que aún mantiene la conexión intacta de la voz y el corazón. Que te recuerda que el reggae es un camino espiritual y no un camino para levantar guita y minas en pala. “Rebirth”, su regreso a las pistas, es un cóctel de todas las facetas de Cliff: el ska, el rock, el reggae primigenio. Su voz aguerrida. Su voz en falsete que sube como disparo al aire. Su voz envolvente de abuelo que las vio todas.

No es nada nuevo lo que canta Jimmy en Rebirth. El mundo no ha cambiado mucho, desde que editó su primer disco en 1968 “Hard road to travel”. Sólo se ha vuelto peor. Hay niños a quienes les roban el pan. Hay rebeldes que siguen dando pelea. Marginados. Chicas que se toman el palo. Y, en medio del fuego y el sucundún, el amor sagrado, bendito que todo lo puede. “La música reggae no tiene nada que esconder”, canta en “Reggae music” donde hace un repaso rápido por la historia de la música que se le escapó a un pueblo de las manos. “En el 2012 el reggae, sigue aqúi en la voz del a gente en todo el mundo. Donde haya injusticia y tiranía el reggae estará ahí para reclamar por los verdaderos derechos”.

No te mueras nunca Jimmy. Si eso sucede, estamos fritos. No quedará nadie para decirles a estos idiotas que el verdadero reggae sale del corazón, no nace en la peluquería.