HOY A LAS 23 POR CANAL (á) |
"Cuatro Sillas", el hijo deseado de Hemisferio Derecho |
Por Luis Majul. Cuatro sillas nació de la necesidad de mejorar un proyecto entrañable y exitoso, pero con la idea de mantener el espíritu del programa que ya lleva cuatro temporadas en Canal (á) y que ha sido premiado, reconocido y elogiado por la crítica y los que hacen la televisión. |
Tuve que prometerle una cosa para que me atendiera el teléfono otra vez: que Hemisferio regresaría cuando le mostrase un piloto de Cuatro sillas, para que se diera cuenta que conserva la esencia de Hemisferio pero que es mejor.
Es decir: más potente y maduro. Más fiel a sí mismo y a la historia de vida que queremos contar.
Mi amigo vio el número cero de Cuatro sillas y me llamó para decirme que Bibiana Ricciardi, la directora de contenidos del Canal (á), y Deborah Gornitz, la productora ejecutiva de Hemisferio y del nuevo proyecto, tenían razón cuando insistieron para cambiar el nombre, la escenografía y la gráfica.
Cuatro sillas es heredero de Hemisferio porque también intenta contar una historia con formato de entrevista íntima, personal, reveladora y placentera.
Cuatro sillas ocupan el centro del estudio, y el potente telón de fondo refuerza la idea del artista que ahora sube al escenario para contar su vida.
Cuatro sillas bien distintas:
· Un sillón estilo Luis XV, amplio y cómodo, para hablar de las cosas que gratifican o hacen bien.
· Un banco no tan cómodo para conversar sobre los asuntos que inquietan, que duelen, o que te dejan una marca en el alma o en la piel.
· Un pupitre de estudiante, para poder ir hacia atrás y así comprender el presente.
· Y un asiento futurista, para mirar hacia adelante, para soñar o aludir a lo que quede por vivir.
La envergadura de los artistas que aceptaron sentarse en Cuatro sillas es lo que termina de explicar por qué estamos tan contentos: Diego Capusotto, Leonardo Favio y Jorge Luz son el nombre y apellido de tres de ellos.