ENTREVISTA A CHARLES LEWIS |
"No informar sobre los más poderosos ha sido la norma por décadas" |
Es un periodista de investigación norteamericano, ex productor de “60 minutes” y fundador del Center for Public Integrity. El próximo 30 de noviembre en Buenos Aires ofrecerá la conferencia inaugural del Segundo Congreso Nacional e Internacional del Foro de Periodismo Argentino (Fopea), "Estandares profesionales e indicadores de Calidad Periodística". A continuación, la entreviista que le realizó el miembro de Fopea, Daniel Politi, y en la que Lewis, entre otras cosas, cuenta la razón por la que renunció a un exitoso programa de TV para fundar una ONG de periodismo de investigación independiente. |
¿Qué le inspiró a dejar una exitosa carrera en el programa 60 Minutes para empezar su propia organización de periodismo de investigación?
-Me sentía acorralado en 60 Minutes. No me dejaban investigar temas importantes y cada día me pareció menos aceptable esta situación. También empecé a pensar cada vez más que muchos temas importantes eran más complicados y que no se podía simplificar todo en una pelea entre buenos y malos. La fórmula de la televisión, y del programa en si, me empezó a cansar. No tenía otro trabajo ni ahorros, pero sí una familia que mantener. Un día me enojé y simplemente renuncié. Para decirlo de otra manera, salté a la pileta sin fijarme primero si tenía agua.
¿Qué le hizo pensar que podía hacer periodismo desde una organización sin fines de lucro?
-Sólo tenía una noción vaga de como se podía hacer periodismo desde una ONG. Conocía la pequeña organización de cinco personas, el Center for Investigative Reporting, que había sido fundada por mi amigo Lowell Bergman en California a finales de los años setenta. Y existía otra organización similar en Chicago (the Better Government Association) de la cual había oído hablar. Sabía que hacer periodismo desde una ONG era posible, sobre todo en Washington, pero tendría que ser independiente y diferente a las organizaciones que ya existían.
¿Qué pensaron sus colegas de tu decisión?
-Mike Wallace, el corresponsal senior para el que yo trabajaba como productor, literalmente pensó que tuve un ataque de nervios. ¡Incluso llamó a mi esposa para preguntarle sobre mi estado mental! Decenas de colegas querían saber si estaba "okay." ( o sea bien de la mente). Todo el mundo pensó que estaba loco.
¿Piensa que el periodismo de investigación en los medios de Estados Unidos cambió desde que se fue de 60 Minutes?
-Yo pensaba en 1988 que las cosas estaban mal, que los medios se habían vuelto complacientes y más arrogantes de lo habitual, y que se perdían muchas historias importantes. Pensaba que el periodismo y el estado de la democracia en si habían llegado a su más bajo nivel y que no podrían empeorar. Estaba equivocado: desafortunadamente la situación está mucho peor hoy.
¿Le preocupa la consolidación de los medios y la reducción de personal que es tan común en los medios de Estados Unidos hoy en día?
-Me preocupa mucho la consolidación y los despedidos masivos que se vienen dando hace ya varias décadas. Se han despedido 6 000 periodistas y editores de diarios en EEUU desde el año 2000, mientras los dueños e inversores ven el diario como una industria "madura" con un futuro incierto. Así que
reducen los costos y mantienen las ganancias quitando personal de las redacciones. Periodistas que cubrían uno o dos temas ahora tienen que cubrir cinco, lo cual quiere decir que hay menos posibilidad de hacer periodismo de investigación de calidad ya que toma mucho tiempo y cuesta mucho dinero. El eufemismo que se uso más en EEUU es que los medios están atravesando una "transformación" histórica. Muchos periodistas están muy enojados y frustrados, hasta desempleados o en extremo inseguros, y se ven forzados a abandonar su profesión.
¿Cuál piensa que ha sido el momento más vergonzoso para el periodismo en EEUU en la última década?
-Hay tantos. Estoy escribiendo un libro sobre estos temas y que incluye además el cambio del rol del periodismo como un vehículo para decir la verdad. ¿Cuántos políticos y empresas poderosas moldean y manipulan la cobertura?, ¿Los periodistas tienen laringitis? En EEUU, el nivel en que la prensa se convirtió en un órgano servil y adulador del Gobierno después del 11 de septiembre daban nauseas, aunque sea entendible por los altos niveles de miedo e inseguridad. Pero la falta de cobertura crítica de un presidente que no tenía limites y que llevó al país directo a dos guerras a finales del 2001 y principios del 2003 se destaca como un momento particularmente vergonzante e históricamente importante en los últimos tiempos. Pero la verdad es que la norma de no informar sobre los más poderosos ha sido igual por varias décadas, que fue una de las razones por la cual fundé el Centro.
¿Qué rol pueden tener las ONGs en hacer buen periodismo de investigación y qué ventajas tiene hacer periodismo afuera de los medios?
-El periodismo sin fines de lucro no tiene la necesidad de captar a una persona en video y esperar que llore frente a las cámaras. Nada de celebridades. El rating y las subscripciones no motivan lo que se investiga. El trabajo de las ONGs puede impulsar a los medios tradicionales y comerciales para que se levanten e investiguen más atentamente a la gente en el poder, poniendo nuevos temas frente a millones de personas. Pero siempre está la desventaja que recaudar fondos es difícil, especialmente para los periodistas, que generalmente no son conocidos por sus habilidades financieras ni gerenciales.
¿Hay algunas herramientas necesarias que un periodista necesita tener para hacer periodismo de investigación?
-Curiosidad y un impulso compulsivo, pero también mucha paciencia para descubrir la verdad, sin importar a donde lleva eso. La mayoría de los periodistas de investigación que conozco, y me incluyo en esta categoría, también poseen un enojo latente y un profundo sentido de indignación sobre las desigualdades, injusticias y otras indignidades del mundo. Estas cualidades parecen ser necesarias para perseverar y aguantar el rechazo constante y las repercusiones de los hechos inconvenientes que descubren.
En la Argentina es muy raro que un medio tenga periodistas dedicados exclusivamente al periodismo de investigación. ¿Hay alguna forma de incorporar periodismo de investigación adentro de los límites de tiempo que tiene el periodismo diario?
-La cobertura en equipo de historias importantes puede ser una táctica excelente. Cuando en 1972 se produjo en Watergate el robo infame de la sede del partido Demócrata por "plomeros" que trabajaban para el presidente Richard Nixon, el Washington Post -sin saber que existía algún vinculo con la Casa Blanca- designó a 11 periodistas para cubrir la noticia- Dos de ellos se llamaban Bob Woodward y Carl Bernstein. Tampoco se puede descontar que se puede aprender mucho de organizaciones y expertos quienes han dedicado años y años al estudio y análisis de un tema y pueden apoyar una investigación, ahorrando cientos de horas de tiempo. Este es un "atajo" importante que se puede tomar para obtener data e información.
Pero la verdad es que organizaciones de noticias en todo el mundo deben comprometerse seriamente a cubrir sus comunidades, y a veces abarcar temas importantes que son de interés y relevancia para todos, más allá de las celebridades frívolas. Periodismo al servicio del público debe existir. En los Estados Unidos, los dueños corporativos han traicionado estos valores en los últimos años y dos tercios de los periodistas ya no confían en sus empleadores.
¿El crecimiento de Internet es esencial para poder hacer este tipo de periodismo de investigación por fuera de los medios tradicionales?
-Internet realmente ayuda. Pero el CPI había escrito dos libros y aproximadamente 25 informes de investigación, e hizo más de 20 conferencias de prensa antes del crecimiento de Internet. Los informes encontraron datos que se convirtieron en noticia por los cables, la televisión y los diarios. Pero sin Internet, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación que creó el Centro no podría haber establecido una red de casi 100 de los mejores periodistas de investigación en 50 países con la capacidad de colaborar y analizar una cantidad masiva de información en seis continentes en tiempo real.
Con los canales de noticia de 24 horas e Internet, una primicia puede ser medida en minutos, si no en segundos. ¿Le parece que los periodistas hoy en día cambian la inmediatez por profundidad? ¿Existe un mercado para notas largas de investigación en la era digital?
-Has preguntado sobre uno de los temas centrales de nuestra época. La capacidad de atención del público ya era corto, pero, desafortunadamente, se ha convertido en más corto aún. Sí, existe un mercado para notas de investigación largas, y sólo hace falta ver Vanity Fair o el New Yorker o el programa de televisión Frontline. El problema es que sólo un pequeño porcentaje de los Americanos leen estas notas y es, y siempre ha sido, una audiencia chica. Mientras tanto, el público genera impresiones incorrectas sobre la historia actual por la masiva propaganda del gobierno. ¿Un ejemplo? Dos tercios de los americanos creían que Saddam Hussein e Iraq estaban involucrados en el ataque del 11 de Septiembre, algo que no era verdad pero que se repetía cada hora por el gobierno de Bush. En Estados Unidos, tenemos democracia sin una ciudadanía informada, lo cual, claro, es imposible.
En el corto plazo, la respuesta para los periodistas es que deben tratar de hacer un buen trabajo y presentar las notas en Internet con vínculos que permitan al lector investigar más por su cuenta. Al reformatear la presentación, empezando con un copete de cable o título, tal vez transmitido por Ipods o celulares, el lector/oyente/televidente puede ir más profundo, dependiendo, claro, de su nivel de interés. El trabajo sigue siendo bueno, pero está presentado de manera un poco diferente, reconociendo las nuevas
realidades.
¿Existe un rol para los que se conocen como "periodistas ciudadanos" para hacer periodismo de investigación?
-Existe un rol. ¿Quién puede olvidar los miles de ciudadanos de Londres que mandaron fotos desde sus celulares y videos a la BBC cuando explotó la bomba en el subte? Ese tipo de información es muy útil porque justo en el momento que organizaciones de noticias están reduciendo los presupuestos y el personal, las masas están viendo y grabando las cosas que ocurren. Eso es fabuloso y puede enriquecer al periodismo en el siglo 21. Pero de los más de 35 millones de blogs, 95 por ciento son de opinión. La pregunta es hasta qué punto el periodismo ciudadano se va a desarrollar con un mayor grado de responsabilidad, estándares y un eventual interés en la noticia de investigación. ¿Se van a desenvolver? ¿Cuándo?
¿El modelo de CPI se puede duplicar en otros países?
-Ya está siendo duplicado. Los periodistas están cansados y toman las cosas en sus propias manos. La verdad es que es muy emocionante ver este desarrollo y me contactan literalmente cada semana para contarme de algún nuevo emprendimiento en alguna parte del mundo. Por ejemplo, el Centro Filipino para el Periodismo de Investigación empezó en 1990 y ha retirado por lo menos un presidente en ese país. El Centro Romano para el Periodismo de Investigación, por su parte, ha hecho muy buenos trabajos sobre la corrupción y otros temas en Europa. Por lo que entiendo, técnicamente existen decenas de este tipo de organizaciones sin fines de lucro en todo el mundo, aunque no tengan mucho dinero ni staff. El CPI hasta ahora ha sido la más grande en el mundo, con un staff que llegó a 40 personas de tiempo completo, más de 20 pasantes pagos y 200 escritores y editores contratados en todo el mundo investigando corrupción en 25 países de seis continentes, lo cual ya se convirtió en su propia ONG, www.globalintegrity.org.
Un editor con muchos años de trayectoria en el Wall Street Journal va a liderar una nueva ONG llamada Pro Publica, la cual tiene como objetivo hacer periodismo de investigación y dárselo a medios. ¿Le parece que va haber más de este tipo de grupos en el futuro?
-Pro Publica es una de las muchas señales de que el periodismo en organizaciones sin fines de lucro está creciendo. Y la energía y la emoción también están creciendo, no sólo en los Estados Unidos sino también en otras partes del mundo. El periodismo comercial debe "transformarse" y comprometerse una vez más con los valores del periodismo investigativo al servicio del público. Cuanto va a tardar eso y el grado en que va a ocurrir no está claro. Pero yo soy extremadamente optimista. Me gustaría que hubiera 100 horas en el día. ¡Hay tanto que hacer y tan poco tiempo para todos!
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