DESTRUCCIÓN DE LAS ESTADÍSTICAS PÚBLICAS EN ARGENTINA
Abrazo al INDEC

INDECPor: Gustavo Noriega. Se cumplen en estos días dos años de la intervención al INDEC y del comienzo de la destrucción de las estadísticas públicas en la Argentina. Ese hecho es definitorio. Un gobierno que miente en las estadísticas es un gobierno que miente sistemáticamente. No es un error que uno debe poner en la balanza de lo negativo y contrapesarlo con lo positivo. “A ver, lo del Indec está mal pero la reapertura de los juicios a los genocidas está bien, a ver cómo me da la cuenta”. No, un gobierno que falsea los datos es un gobierno estructuralmente falaz. No es un error, no es un exceso, eso es lo que son.

En estos días se conoció la renuncia al Instituto de la primera de sus victimas, Graciela Bevacqua. Después de ser removida de la dirección de Indice de Precios al Consumidor, Bevacqua fue asignada para trabajar en la biblioteca del Ministerio de Economía.

En su carta, señala que los motivos de la renuncia fueron que fue "relegada a un puesto que nada tiene que ver con mi especialidad".

Dice allí: "Quisiera informar que acabo de renunciar al INDEC. Esta decisión obedece a que he sido relegada a un puesto (biblioteca del Ministerio de Economía) que nada tiene que ver con mi especialidad, y no encuentro ya más espacio en el INDEC para desarrollarme personal y profesionalmente"[…] "Dado que no veo perspectivas de cambio, llegó la hora de que inicie un nuevo camino como profesional independiente, participando además de la vida académica, contribuyendo así con mis conocimientos a la sociedad desde otro lugar".

Bevacqua –como luego Clyde Trabucchi y Cynthia Pok—fue castigada por cumplir con su trabajo honestamente. Para todas ellas hubiera sido mucho más fácil aceptar las órdenes de la intervención y alterar todas las regulaciones internacionales que el Instituto venía cumpliendo. Su orgullo profesional se antepuso a esa comodidad. El imaginario común del empleado público indolente y poco afecto a su trabajo quedó desmentido con estos ejemplos.

Para violentar los datos, entonces, el Gobierno tuvo que violentar la voluntad de los empleados del Instituto, ejerciendo todo tipo de presiones, incluyendo la violencia física. Muchos de los mejores técnicos que he conocido se fueron a lo largo de estos veinticuatro meses. Muchos de los que quedan resisten como pueden, en condiciones de trabajo deterioradas y bajo la presión de grupos de choque.

El próximo miércoles 11 de febrero, a raíz de estos dos años de mentiras, se hará un abrazo al INDEC, expresando solidaridad con sus técnicos y repudiando la intervención. Yo voy a ir.

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