Por Pablo Llonto. A los organizadores y periodistas del enigmático Argentina Debate, esa promesa de un debate presidencial que parece consumirse, se nota que el deporte no les interesa. Si el próximo 4 de octubre los candidatos chacharean sobre diversos temas de la vida nacional e internacional, difícilmente saldrá de sus bocas alguna referencia a la política deportiva. Una parte será culpa de ellos porque, a fuerza de verdades, nunca se los escucha interesarse por el pasado, el presente o el futuro deportivo. Otra parte será responsabilidad de un periodismo y una ONG que los convoca, que a la vez se la pasa hablando de los deportes, y sobre todo del fútbol en cuanta ocasión se le presenta, pero que ignora estudios y referencias a la hora de trazar las planificaciones públicas que logren una Argentina deportista.

Pocos días atrás el plenario de Comisiones de Deportes y de Presupuesto y Hacienda dio dictamen favorable al tratamiento del proyecto de ley que impulsa el diputado del Frente Para la Victoria Mauricio Gómez Bull con el fin de reformar la antigua ley del Deporte que nos rige desde los tiempos peronistas de 1974.

El proyecto, digamos, es un pequeño avance (merece muchas consideraciones para mejorarlo, sobre todo en los aspectos referidos a la democratización de las estructuras deportivas y al deporte en barrios y escuelas públicas) y ha tenido la virtud de un recorrido por foros de discusión llamados “Conectados por Deporte” en varias provincias. Sin embargo, en la Comisión quedó trunca, por voto negativo de diputados oficialistas y de la oposición la idea contenida en el proyecto de incorporar impuestos al tabaco (1,5 % de la venta de cigarrillos), al alcohol y a las gaseosas (0,45 centavos sobre el precio total de venta al público) para financiar el Ente Nacional de Desarrollo Deportivo.

Pero el periodismo deportivo y el periodismo general ignora estos asuntos. Como siempre, el deporte en los medios de comunicación centraliza su mirada en el campeonato local y la Copa del Mundo de Rugby.

De los debates deportivos, entre ellos el que debemos darnos sobre el futuro de la AFA, nada. Después pretenden encontrarle explicación a la reciente frase del presidente de River durante una charla sobre liderazgo en la residencia del embajador británico: "Miren, les voy a contar una cosa: en una reunión de AFA estaban los presidentes de los clubes más grandes, y tres o cuatro presidentes más, y el presidente de la AFA. Tuve una discusión, porque yo soy de la idea de que en la AFA se necesita poner una bomba, hacerla volar por el aire y empezar de nuevo. Pero como eso no lo puedo hacer, hay que hacerlo con acuerdos".

Más o menos así se resume el nivel de la discusión sobre políticas deportivas en nuestras tierras: a los bombazos.

Han sido interesantes las últimas controversias y polémicas en los medios de comunicación acerca de los hombres convocados por Martino a la Selección, la lesión de Messi, el caso Tévez, la potencialidad de los Pumas. Todo muy lindo, pero nunca salimos de la misma cantinela. Y a la hora del debate general, una vez más, cero deporte.

Frente a cada elección hacemos y haremos el mismo ejercicio. Con la ilusión de que esta botella al mar algún día se descorche.