Por Pablo Llonto. Hace mucho tiempo que el mal llamado periodismo de investigación (¿qué otra cosa debe hacer el periodismo si no es investigar?) viene rodando por la escalera en la Argentina. Los últimos años de escandalosos desaciertos lo colocaron en el centro de los comentarios y en las facultades y mesas de redacción todos se preguntan ¿quién investiga a los investigadores para saber cuánto se miente?

En Deportes, la investigación está un poco menos que al borde de la muerte. Los nombres más consagrados y serios (Ezequiel Fernández Moore, Gustavo Veiga, y otros pocos más) mantienen en alto el buen criterio de mostrarnos los diversos manejos del poder económico-deportivo, político-deportivo, policial-deportivo, sindical-deportivo, y otras menudencias que, al menos, levantan el ánimo a quienes pretendemos encontrar una aguja investigativa en un pajar de pajares.

El domingo 5 de abril, en la edición de Página 12-Deportes se destacaba una buena nota de Veiga sobre la catastrófica situación económica de Independiente. En la investigación, basada en consulta de documental, se habla de un libro de anotaciones sobre pagos extraños e ilegales. Veamos:
“Las planillas de la Tesorería, que una empleada del club puso a resguardo tras un robo a la sede social en diciembre de 2011, estaban en una caja que decía “Salidas en negro”. Correspondían al segundo semestre de 2011, o sea el último período de la presidencia de Comparada.”

La famosa caja “salidas en negro”, dice Veiga, contenía constancias de pago a cinco barrabravas Bebote, 190 mil pesos, un tal Caño, 7 mil pesos en cinco oportunidades, Pachi, 4340 pesos y el Peruano y Mimí 700 y 550 pesos. Son todos valores de 2011.

Pablo “Bebote” Álvarez regresó al club después de uno de los pocos intentos llevados adelante por un dirigente del fútbol, Javier Cantero, quien quiso impedir que los barras se adueñen de los clubes, de las tribunas y de los negocios. Hoy, con Hugo Moyano presidente, Bebote ha vuelto a manejar la barra y nada ha cambiado en el manejo de la violencia y los negocios. Lo sabemos: no es nada fácil, ni asunto de un día para el otro, pero la verdad ¿quién cree que el moyanismo frenará la violencia en el fútbol?

Los asuntos sucios denunciados por Veiga aparecen en la misma edición en que Página 12 desmenuza y deja en ridículo, con informes y comprobaciones, la denuncia trucha de Daniel Santoro en Clarín y de la revista Veja en Brasil sobre cuentas de Máximo Kirchner y Nilda Garré en el exterior. Son dos caras de ¡distintas monedas!

Destacar a Veiga aquí, es una obligación. Para que los jóvenes periodistas vayan sabiendo quién es quién.